En el mundo del fitness y el cuidado de la salud la tendencia que se impone es conseguir un mejor acondicionamiento físico mediante gamificación, de tal manera que la persona está ejercitándose y a la vez se lo está pasando bien jugando. Además de esto, cada vez más se emplean máquinas nuevas que ayudan a entrenar con más precisión y de forma personalizada. Estas son algunas de las que ya se están utilizando para mejorar el rendimiento deportivo o en la rehabilitación de lesiones.

Escáner corporal Fit 3D. Se emplea para evaluar la composición corporal. La persona se sube en ropa interior, agarra unos soportes y, al dar vueltas y escanearle, se convierte en un avatar muy muy preciso que permite, cada vez que repitamos esa evaluación, ver en qué partes del cuerpo ha aumentado el volumen, los perímetros, el porcentaje de grasa, de manera que se conoce de una manera muy gráfica cómo varían la composición y los volúmenes corporales. “El usuario puede ver ese avatar en su móvil y girarlo, para así ver todos los contornos y, además, recibe informes muy detallados de los volúmenes y perímetros de cada parte de su cuerpo y composición corporal, como porcentaje graso, masa magra o músculo, etc”, explica Agustín Blanco, cofundador de Khinn App.

Icaros. Es un simulador de vuelo de realidad virtual. La persona se sube y se queda tumbada boca abajo, en plancha, mientras visualiza una experiencia de realidad virtual en la que parece que está volando o participando en una carrera o combate de naves o buceando al lado de animales. Es una manera diferente de conseguir una activación muy completa de toda la musculatura del cuerpo. Puede utilizarse como calentamiento previo a la sesión pero también sirve para trabajar y mejorar el control corporal. El tiempo se ajusta en función del trabajo que se vaya a realizar. “Al estar en un medio inestable, consigues más activación muscular que si la realizaras en uno estático en el suelo”, señala Blanco.

Máquina neumática KEISER. En apariencia se parecen mucho a las máquinas de trabajo que hay en un gimnasio, pero la primera diferencia es que este tipo de máquinas no funcionan con pesos, es decir, con una resistencia inercial, sino con una neumática con la que las articulaciones sufren mucho menos y se trabaja de forma mucho más segura.

Además de esto, esta máquina lleva asociado un monitor en el que la persona está continuamente viendo las repeticiones que está haciendo, la potencia que está generando y la fatiga acumulada para saber cuándo parar en cada ejercicio. Gracias a esta tecnología se sabe qué porcentaje de pérdida de potencia puede tolerar.

“Cuando el usuario llega a un porcentaje determinado, sabemos que tenemos que parar. Así, el desafío principal del entrenamiento y de la fisioterapia es dar la dosis ideal de estímulo para que la persona mejore. Todos tenemos un umbral y si no llegamos a él a lo mejor no mejoramos o si lo pasamos empeoramos. Si vemos esa información en tiempo real, estamos siendo muy precisos en la dosis y las personas pueden mejorar y lograr los objetivos de una manera mucho más precisa”, explica el experto, quien añade: “Estas máquinas también permiten disociar el trabajo por segmentos, por ejemplo, empujar solo con una pierna o con la otra y así vemos la potencia que se genera con cada una para identificar posibles desequilibrios entre ambos lados”.

Panel coordinativo Reax lights. “Consiste en un panel que tiene diferentes hileras de cuadraditos y cada cuadradito es una luz con un número que se enciende de una manera aleatoria o como nosotros queramos que se ilumine. Se utiliza para mejorar la coordinación y la agilidad y también para personas que quieren perder peso porque les obliga a moverse lo más rápido posible en un tiempo determinado”, subraya Blanco. Esta tecnología se utiliza mucho para la tercera edad, deportistas que quieren mejorar estos aspectos, personas que han sufrido un ictus para recuperar la capacidad motora y las que quieren adelgazar al realizar un trabajo interválico de alta intensidad.

Dinamometría K-FORCE: se mide la fuerza con unos aparatitos o dinamómetros que permiten evaluar cómo estamos y también entrenar. Estos dinamómetros integran un software de gamificación a través de una app, que facilita ver en la tableta la fuerza que se está produciendo mediante distintos minijuegos. A la vez que está jugando puede ver el juego en la tele. Esto queda registrado y así los entrenadores o fisioterapeutas pueden utilizar esa información para comprobar la evolución.