El 83% de las grandes empresas echa en falta formación en sus plantillas

24/06/2019

Luis M. del Amo. La necesidad de formarse en el trabajo crece con fuerza en los sectores tecnológico y financiero.

Elaboración: Afi-Asempleo.

En España, la formación de los trabajadores es un territorio de las grandes empresas, especialmente en el sector de las Tecnologías de la Información (TIC) y de las finanzas. En cambio, las pequeñas empresas, sobre todo de la hostelería y del transporte, apenas ven que sus trabajadores precisen formación, ni en consecuencia organizan casi cursos para sus plantillas, según los datos del ministerio de Trabajo recopilados por la patronal de empresas de trabajo temporal (ETT) Asempleo.

El 83% de las grandes empresas en primer lugar detectaron necesidades de formación para su personal, según los datos referidos al año 2017. Entre tanto, apenas un 25% de las microempresas – aquellas con menos de 10 trabajadores – advirtieron esa necesidad.

En conjunto, en España, el número de empresas que forman a sus trabajadores duplica de largo aquellas que detectan necesidades formativas; un 73,7% de las empresas, frente a un 31,7%, respectivamente.

Porcentajes que llevan a Asempleo a afirmar que en nuestro país, “las empresas imparte formación a sus trabajadores de manera sistemática, en muchas ocasiones sin la detección de una necesidad formativa concreta.

En general, un 15,4% de la población adulta en edad de trabajar en España está inscrita en cursos de formación, reglados o no, según los datos de la encuesta de población activa (EPA) para el primer trimestre de 2019.

Este porcentaje sitúa a España en una “buena posición” en relación a la formación de sus trabajadores, al superar el 15% marcado como objetivo por la Comisión Europea en el programa Europa 2020.

Sin embargo, se detectan claras diferencias por sectores, territorios y nivel sociocultural, que aconsejan fomentar la formación en las actividades con menor valor añadido, como la agricultura o la hostelería, y entre la población con un bajo nivel de formación, según Asempleo.

“Convendría hacer más esfuerzos en las actividades, regiones y colectivos que más lo necesitan”, afirma el responsable de Asempleo Andreu Cruañas, exalto cargo de Empleo en la Generalitat de Cataluña.

Formación y contrato temporal

La patronal de las ETT destaca algunos datos que afectan a la relación entre trabajo y formación. Tomando en consideración la población activa que también participa en formación reglada, y no solo en formación para el empleo, pone de relieve que la mayor proporción de los trabajadores que se están formando tienen un tipo de contrato temporal o por horas, si hablamos de la jornada.

En concreto, el 19% de los trabajadores con contrato temporal se forma, mientras que solo un 11% de quienes tienen contrato indefinido lo hace. Además, uno de cada cinco trabajadores a tiempo parcial realiza cursos de formación, en tanto que solo uno de cada diez con jornada completa participa de alguna formación.

Estos datos sin embargo son muy distintos cuando se habla exclusivamente de formación para el empleo; donde está demostrado que las empresas invierten menos en formar a sus trabajadores temporales, lo que dificulta su competitividad y perjudica la carrera de los trabajadores con esta modalidad contractual.

Un ámbito este el de la formación continúa donde por cierto cayó el número de empresas que organizan cursos, especialmente en el segmento de las pequeñas compañías, según el balance de 2017 elaborado por la Fundación estatal para la formación en el empleo (Fundae).

Poca formación a partir de los 50 años

Volviendo al informe Asempleo, este pone de manifiesto que el 14% de las mujeres cursa estudios de formación, frente al 10% de los hombres dentro de la población en edad de trabajar.

Además, por edades, se detecta una clara diferencia entre los dos segmentos intermedios del mercado laboral y mientras que un 11% de quienes tienen entre 35 y 49 años cursan alguna formación, este porcentaje desciende al 7% para los mayores de 50 años; y prácticamente desaparece a partir de los 65 (un 2%).

El nivel de estudios previo es el factor más determinante a la hora de seguir formándose en la edad laboral. El 60% de los trabajadores que participan en algún curso tiene estudios superiores (a pesar de que solo representan un 43% de la población ocupada). En cambio, tan solo un 1% de quienes se están formando tiene un nivel previo de estudios bajo, según los datos del primer trimestre de 2019 de la EPA.

Por territorios, y estrechamente vinculado a sus respectivos tejidos productivos, las comunidades de País Vasco, Madrid, Navarra y Cataluña son donde las empresas son más proclives a organizar cursos; mientras que, en el lado opuesto, Extremadura, Baleares y Castilla-La Mancha, con un mayor peso de actividades de poco valor añadido, como el turismo o la agricultura, aparecen a la cola en la detección de necesidades de formación.

Elaboración: Afi-Asempleo

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