No pudo ser. Y la señal de alarma lanzada hace quince días por los sindicatos finalmente se cumplió. El Gobierno ha presentado hoy, sin la participación de CEOE, el acuerdo que desarrolla la nueva obligación de las empresas de más de 50 trabajadores de contar con planes de igualdad y auditar sus salarios desde una perspectiva de género.

El acuerdo se aprobará próximamente en el Consejo de Ministros, y a partir de ahí, después de seis meses tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), dará a las empresas de entre 150 y 250 trabajadores un año de plazo para tener lista la auditoría sobre sus salarios. Un plazo que se amplia hasta los dos años en el caso de firmas de 100 a 150 trabajadores, y hasta los tres años en las de 50 a 100 trabajadores.

Estas auditorías deberán analizar las categorías y puestos profesionales de cada empresa, y detectar posibles desviaciones en materia de salario en función del sexo.

Desarrollados en dos reglamentos, los planes de igualdad y las auditorías se incorporarán a la negociación de los convenios colectivos, una de las cuestiones que han contribuido a que CEOE se haya negado a suscribir el acuerdo presentado hoy por las ministras de Trabajo, Yolanda Díaz, y de Igualdad, Irene Montero, junto a los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), firmantes del pacto.

De hecho, será probablemente el Registro de Convenios o Regcon la herramienta administrativa que recoja el contenido de los planes de igualdad que las empresas deberán redactar a partir de ahora, según infomación avanzada hace dos semanas por el sindicato CCOO.

La correcta valoración del trabajo, y la detección de los estereotipos de género que puedan esconderse tras el nivel salarial de cada categoría, será uno de los asuntos centrales de estas nuevas obligaciones de las empresas y de la negociación entre empresarios y trabajadores cuando entren en vigor los nuevos reglamentos.

Las empresas contarán con una herramienta desarrollada por el Gobierno mediante una orden ministerial que servirá de guía a la hora de llevar a cabo esa valoración, así como los planes de igualdad.

Una herramientas en la que se afanan ahora los ministerios de Trabajo e Igualdad y cuya redacción se plasmará en una futura orden ministerial.

Para Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, el acuerdo presentado hoy trata de “romper los sesgos de género en la valoración de los puestos de trabajo”. Mientras que Irene Montero, ministra de Igualdad, considará estos reglamentos como un “símbolo de época” que recoge las “justas reinvindiciones del feminismo”.

Por su parte, CEOE mantiene por ahora silencio sobre las causas que han llevado a la patronal a distanciarse del acuerdo que desarrolla los reglamentos de los planes de igualdad y el registro retributivo.

Sin embargo, todo apunta a que no ha podido salvarse el escollo referido hace quince días por CCOO en torno al umbral que fija esta nueva obligación para las empresas. Según estas informaciones, CEOE pretendía establecer por centro de trabajo el umbral de 50 trabajadores que obliga a las empresas a contar con planes de igualdad.

En cuanto al registro retributivo, este deberá detallar los salarios de sus trabajadores en función de su sexo, así como su categoría profesional y puesto. El objetivo es tener una información desglosada por categoría profesional y por trabajos de igual valor, con datos retributivos “desglosados y promediados”, indica hoy el Gobierno.