En los últimos días, se han sucedido una serie de acontecimientos que aparentan poner coto al continuo optimismo que durante el verano ha vivido la denominada Izquierda Abertzale y su buque insignia, Bildu. Resulta que los responsables antiterroristas franceses no paran de detectar continuos movimientos de etarras en el país vecino, una semana si y otra también, según ha trascendido. También resulta que el Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido es partidario de no legalizar Sortu, la nueva marca de Batasuna, mientras subsista la terca y desafiante sombra de ETA.

Además, la Audiencia Nacional ha condenado a Arnaldo Otegi y a Rafael Díez Usabiaga a diez años de prisión por considerarles máximos responsables del fallido intento de reconstruir Batasuna-ETA bajo el nombre de “Bateragune”. La Audiencia considera acreditado que formaban parte de un grupo escogido de las filas de la Izquierda Abertzale que “en plena connivencia y siguiendo las superiores directrices de ETA, en la que se hallan integrados, diseñaban una estrategia de acumulación de fuerzas soberanistas”.

Han pasado varios meses del fallo el Tribunal Constitucional que legalizaba Bildu. Desde entonces, la Izquierda Abertzale ha ido de éxito en éxito. Más de 300.000 votos y un poder municipal que no esperaban ni en sus más optimistas sueños. Un poder que han comenzado a disfrutar dentro de la legalidad, aunque exento de moralidad. Porque se niegan a condenar a ETA y buscan la equiparación de las víctimas de uno y otro lado, como si éticamente fueran equiparables los casi mil muertos causados por atentados etarras con aquellos que murieron en enfrentamientos con las Fuerzas de Seguridad del Estado. Quieren reescribir la historia sin pedir perdón, sin repudiar la historia de terror de ETA, tratando a sus presos condenados por asesinato como si fueran héroes del pueblo vasco. De ahí esos apoyos, abrazos y homenajes a familiares de presos que este agosto se les ha trasladado desde los ayuntamientos gobernados por Bildu, con el diputado general de Guipúzcoa, Marín Garitano, al frente.

Ante todo esto, ha cobrado especial importancia el discurso pronunciado por el Príncipe de Asturias en País, durante la inauguración del Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo.“Ningún terrorista puede evadir su responsabilidad frente a la ley, acogiéndose a santuarios de impunidad”, ha dicho.

Las cosas están evolucionando de tal manera que los llamados “bildutarras” han recibido como “un jarro de agua fría” las condenas de Otegi y Usabiaga por el caso Bateragune. No quieren romper la legalidad porque ello serviría para que la propia Justicia les quitara su poder municipal, pero van a llamar a la movilización social, tal vez con fines electoralistas.

No olvidemos que estamos muy cerca de las elecciones generales del 20 de noviembre y que Bildu necesita mantener el respaldo en votos que obtuvo en las municipales. Su objetivo es penetrar en el Congreso de los Diputados con grupo propio.