El BBVA tira la toalla en EEUU y dispara las especulaciones sobre una retirada de Turquía

16/11/2020

Miguel Ángel Valero. El presidente del grupo, Carlos Torres, deshace la principal apuesta internacional de su antecesor en el cargo, Francisco González.

Con la venta de BBVA USA a The PNC Financial Services Group por 9.700 millones€, el presidente del grupo, Carlos Torres, entierra la principal apuesta internacional de su antecesor en el cargo, Francisco González, actualmente salpicado por el escandalo Villarejo.

Al mismo tiempo, esta operación, la mayor desinversión de un banco español, dispara las especulaciones sobre una retirada de Turquía por parte del BBVA. La compra del Garanti, entidad en la que trabajaba el actual consejero delegado del BBVA, Onur Genç, fue otra decisión de Francisco González: el 2 de noviembre de 2010 el grupo español anunciaba un acuerdo con accionistas del banco turco para asumir el control del 24,8% por 4.195 millones, que se financiaron con una ampliación de capital de 5.059 millones. Posteriormente, el BBVA ha ido comprando más paquetes del Garanti hasta asumir la mayoría del capital y la gestión.

En la presentación de resultados hasta septiembre, Genc reconocía que estaban estudiando desinversiones: «Las consideraríamos si viéramos valor en ello. Si vemos que puede haber un mejor candidato para gestionar esos negocios no tenemos problemas para optimizar nuestra cartera, siempre que sea para crear valor para nuestros inversores».

Por eso no ha sorprendido el abandono de EEUU y se esperan nuevos movimientos a partir de septiembre de 2021, cuando se haya completado la venta de BBVA USA (que todavía no cuenta con las preceptivas autorizaciones de los supervisores norteamericano, europeo y español).

Movimientos tanto de compra, con el Banco Sabadell en el centro de las especulaciones: su filial TSB daría al BBVA la oportunidad de entrar por la puerta grande en el Reino Unido y competir con Santander UK.

Pero también de venta, con el Garanti como principal candidato. Por cierto, tras la unificación de todas las marcas del grupo en BBVA (que supuso la desaparición de la histórica de Bancomer en México) el 24 de abril de 2019, el banco turco fue el único que mantuvo su nombre y la denominación del grupo español figura en segundo lugar. En contra de la permanencia del BBVA en Turquía, la incesante depreciación de la lira en medio de una creciente inestabilidad política y financiera del país.

Repetición de la jugada en Brasil

El BBVA precisa que no abandona EEUU, porque mantiene dentro del grupo a Propel Ventures Partners, una sociedad de capital riesgo con la que realiza inversiones en startup, BBVA Securities, y la sucursal de Nueva York, desde donde hace Banca Corporativa y de Inversión.

Pero la venta de BBVA USA recuerda mucho la de Brasil el 14 de enero de 2003. Cinco años después de haber invertido 1.553 millones$ en ese país, con magros resultados, su cuota de mercado apenas llegó al 1,4%, mientras el Santander se hacía con Banespa y se aupaba a los primeros puestos del ranking, el BBVA, con José Ignacio Goirigolzarri como consejero delegado, realizaba la primera desinversión en América Latina desde su entrada en la región en 1994. El BBV Brasil (no se le llegó a poner la A de Argentaria porque en el país ya había otra entidad con esa denominación) fue vendido por 600 millones$ a Bradesco, entonces primer banco privado, más una participación del 4,5% en esa entidad. Total: 800 millones, la mitad de lo que se había invertido en Brasil.

Como en Brasil, se vende porque no se ha alcanzado el objetivo, aunque se quiera destacar que precio obtenido es «más de dos veces y media el valor que los analistas asignan a esta filial», con lo que la creación de valor para los accionistas es «muy significativa», como argumenta el presidente del BBVA, Carlos Torres, que también insiste en que la ratio de capital de máxima calidad mejorará en 3 puntos y en unas plusvalías netas de 580 millones€.

Adiós al sueño americano

Lo cierto es que la pandemia ensombrece las perspectivas del negocio en los Estados Unidos, con la amenaza de una oleada de créditos impagados. Además, la llegada de Biden a la Casa Blanca supondrá, previsiblemente, cambios en la legislación que endurecen las condiciones de una actividad muy castigada ya por unos tipos bajos que han venido para quedarse mucho tiempo, como ha dejado claro la Reserva Federal.

La situación de los Estados Unidos estaba pasando factura al BBVA: en el primer trimestre el grupo tuvo que provisionar 2.084 millones€ por el deterioro del fondo de comercio de su filial; en el primer semestre,  perdió 1.157 millones, entre otros motivos por EEUU.

La realidad es que la venta del actual BBVA USA supone el final de la aventura estadounidense iniciada en 2004 por Francisco González, que intentó replicar el éxito obtenido por el BBVA de Emlio Ybarra y Pedro Luis Uriarte con la compra de Bancomer el 10 de marzo del 2000, y considerada la mejor inversión internacional de un banco español. El actual BBVA Bancomer es el principal aportador de ingresos y de beneficios del grupo español.

El BBVA compró en 2004 el Laredo Banco de Texas por 660 millones€, con el foco puesto en el negocio de remesas de los migrantes mexicanos en EEUU y en el segmento hispano. Tres años después, se compraba el Compass Bancshares, que estaba implantado fundamentalmente en Alabama, Arizona y Florida. El Compass costó 7.300 millones, la mayor adquisición del BBVA, y obligó a realizar una ampliación de capital y vender el 5% de Iberdrola, perdiéndose el posterior rally bursátil de la eléctrica vasca. Con otras pequeñas adquisiciones, como el State National, Texas, Valley Bank, más el Guaranty Financial comprado en agosto de 2009 (el BBVA fue la primera entidad extranjera en hacerse cargo de un banco estadounidense en crisis e intervenido por las autoridades) el grupo español ha invertido más de 8.000 millones€ en EEUU.

El BBVA, que después de esas compras era el banco 19º del mercado de EEUU, nunca cumplió su objetivo de generar en el país el 10% de sus beneficios. En el tercer trimestre de 2020, la aportación de BBVA USA apenas fue del 4%, 115 millones.

En EEUU el BBVA se vio lastrado, desde el primer momento, por el elevadísimo precio pagado por el Compass apenas un año antes de la quiebra del Lehman Brothers, considerado el momento álgido de la mayor crisis financiera internacional (iniciada en el mercado de hipotecas subprime de EEUU el verano anterior) hasta la pandemia del coronavirus.

La situación obligó al BBVA a realizar tres ajustes públicos del valor en libros de su banco en EEUU: 1.011 millones en 2012; 1.350 millones en 2019; y 2.084 millones en abril de 2020. En total, casi 4.500 millones se han destinado en los últimos ocho años a sanear BBVA USA. La mitad de lo que se ha obtenido por su venta, 9.700 millones, además de los 8.000 millones invertidos en las compras de bancos en EEUU.

Recompra de acciones, el destino de las plusvalías de EEUU

Carlos Torres y Onur Genç se comprometen a «invertir capital de manera rentable en los mercados donde tenemos presencia». Y a «aumentar la remuneración al accionista» del BBVA. Presidente y consejero delegado coinciden en que una gran recompra de acciones es una opción «atractiva a los precios actuales», incluso asumiendo el tirón en Bolsa generado por la operación.

Pero el BBVA no realizará movimiento alguno en una y otra dirección hasta el cierre de la venta de su filial en EEUU al PNC, prevista para «mediados» de 2021.

 

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