El escándalo Villarejo se lleva por delante la fusión entre el BBVA y el Sabadell

27/11/2020

Miguel Ángel Valero. En caso de que Carlos Torres terminara imputado por el escándalo Villarejo, la presidencia del banco podría terminar en manos de Josep Oliu al ser el vicepresidente del nuevo grupo.

Además de las discrepancias sobre el canje de acciones, explicación oficial aportada por el Banco Sabadell pero no por el BBVA en sus hechos relevantes a la CNMV, las conversaciones para la fusión se han roto apenas 11 días después de su comienzo por el temor a las consecuencias del escándalo Villarejo.

La investigación judicial sobre los encargos realizados al polémico excomisario (en prisión provisional) José Manuel Villarejo, durante la presidencia del anterior presidente del BBVA, Francisco González, para impedir la entrada de Sacyr y de otros inversores en el consejo de administración del banco, se ha llevado por delante la fusión.

El BBVA había planteado la operación como un intercambio de acciones, pese a que su presidente, Carlos Torres, era más partidario de una compra directa del Sabadell, que hubiera sido más cara pero daría todo el poder en el nuevo grupo a la entidad adquiriente.

La prima ofrecida por el BBVA fue el gran obstáculo: el Sabadell entendía que no se estaba valorando adecuadamente su franquicia en España ni las posibilidades de sus negocios en el Reino Unido y en México.

Además, el BBVA ofrecía al Sabadell una vicepresidencia no ejecutiva para su presidente, Josep Oliu, y dos puestos en un consejo de administración formado por 15 personas. Oliu tiene actualmente 71 años, por lo que podría estar en la vicepresidencia del nuevo BBVA hasta los 75.

Y aquí saltaron las alarmas en el BBVA. En caso de que Carlos Torres terminara imputado por el escándalo Villarejo, la presidencia del banco podría terminar en manos de Josep Oliu al ser el vicepresidente (actualmente ese cargo no existe en el BBVA).

En el BBVA replican que «no se ha llegado a un acuerdo en los términos económicos, no ha tenido nada que ver con la gobernanza», con el reparto del poder en el nuevo grupo. Pero esa explicación no desmiente que las negociaciones para la fusión encallaron por la prima a pagar a los accionistas del Sabadell y por el temor de que el escándalo Villarejo dejara la presidencia del BBVA en manos de Josep Oliu.

¿Y ahora qué?

Tras la ruptura, el Sabadell se repliega hacia España «para incrementar la eficiencia en el uso del capital y los recursos del Grupo, incrementando así la rentabilidad y la creación de valor para los accionistas”. Como primera medida, se muestra más generoso con los sindicatos para aprobar cuanto antes el ajuste de plantilla, que afectará a 1.800 trabajadores, y ahorrar 115 millones€ anuales.

Además, «analizará con sus asesores alternativas estratégicas de creación de valor respecto a los activos internacionales del Grupo, incluyendo TSB”. Es la primera vez que el Sabadell reconoce públicamente que estudia vender TSB, que compró en 2015 a Lloyds por unos 1.700 millones de libras (unos 2.340 millones€). Acelera el plan de juste, que afectará a 900 trabajadores, y cerrará otras 164 sucursales, para tratar de incrementar el atractivo de la filial británica ante potenciales compradores.

México, donde el Sabadell tiene un banco digital enfocado a la captación de depósitos y a la banca de empresas, puede ser una opción para obtener plusvalías.

En cuanto al BBVA, mantiene la opción de llevar a cabo una recompra «relevante» de acciones con el exceso de capital derivado de la venta de su filial de Estados Unidos. Descarta ampliar su presencia en el capital de Garanti, su filial turca, de la que controla el 40%, debido a que incrementaría el riesgo en una zona geopolítica, económica y financieramente muy inestable. Los avisos del Banco de España y del Banco Central Europeo parecen haber surtido efecto, porque el BBVA declara sentirse cómodo con su actual posición del 489,85% en el Garanti.

S&P avisa que el Sabadell tendrá problemas de rentabilidad

La agencia de calificación crediticia S&P Global considera que la ruptura de las negociaciones entre BBVA y Banco Sabadell sobre su fusión es una «mala noticia» para el sistema bancario español, ya que necesita la consolidación para mejorar su eficiencia. Y «eleva las incertidumbres sobre los próximos movimientos estratégicos de los bancos».

El Sabadell seguirá teniendo problemas para mejorar su rentabilidad, que está bajo una «presión creciente» por el impacto del Covid-19, ya que las provisiones crediticias se han sumado a riesgos ya existentes para los ingresos. El ajuste de plantilla y de sucursales y la aceleración de la digitalización no se notarán a corto plazo, por lo que las preocupaciones de los inversores sobre la capacidad del banco de elevar su rentabilidad persistirán, afectando al precio de la acción.

La posible venta de TSB «significaría reconocer que la expansión internacional del banco en Reino Unido ha sido infructuosa». Aunque la operación podría «fortalecer» la posición de capital del banco, existe incertidumbre sobre cuánto valor podrá extraer Sabadell de la venta.

BBVA tendrá que decidir un destino alternativo para el exceso de capital que obtendrá por la desinversión en su filial estadounidense. S&P no considera por el momento elevar el rating a la entidad: «seguiremos monitorizando los desarrollos y analizando las implicaciones de cualquier decisión sobre el perfil financiero y de negocio de BBVA».

¿Te ha parecido interesante?

(+4 puntos, 4 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.