El 20 de marzo se celebra el Día Mundial de la Felicidad, una fecha que, aunque caiga en sábado, el mundo de los negocios no se debería saltar. En un estudio elaborado por la firma experta en selección y trabajo temporal ManpowerGroup, titulado Skills Revolution Reboot, se señala que la felicidad de los profesionales resulta en un incremento de un 88% de la productividad y hasta un 33% más de energía y eficacia. “Un ambiente laboral optimista contribuye a aumentar el vínculo entre los trabajadores y la organización, reforzando los niveles de motivación, compromiso y aprendizaje. Algo que, sin duda, repercute positivamente en términos de productividad”, apuntan desde la empresa de seguros de salud Cigna.

Según el estudio de ManpowerGroup, la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha provocado que los profesionales vinculados a la gestión de personas sean conscientes de que es crítico para su función preservar la salud y el bienestar de los empleados. De hecho, un 63% lo coloca como máxima prioridad para el 2021.

Para Cigna, lograr un entorno de confort y alegría en el trabajo requiere que las empresas fomenten una cultura de la felicidad basada en el cuidado de todos los aspectos que influyen en el bienestar y la salud integral de la plantilla. Esta necesidad de actualizar la cultura vigente en muchas empresas viene respaldada por el estudio Cigna COVID-19 Global Impact, donde se refleja que el 78% de los empleados de todo el mundo reconoce no desconectar nunca del trabajo.

Nueva pandemia
¿Es la hiperconexión otra forma de pandemia? Como apuntan en Cigna, la falta de desconexión está provocando el incremento de los niveles de estrés. Y este estrés, a su vez, puede impulsar un efecto en cadena sobre todos los pilares de la vida del empleado, deteriorando su salud física y mental.

Antes de la crisis sanitaria, únicamente el 13% de las empresas ofrecían el trabajo en remoto a sus empleados, porcentaje que durante las semanas de restricciones por la pandemia ha llegado al 34%, apuntan en ManpowerGroup. El auge del teletrabajo y su impacto en las relaciones laborales ha sido determinante para que los departamentos de gestión de personas, centrados en el desarrollo del talento y la construcción de una cultura corporativa más humanizada, ocupen dentro de las organizaciones una posición aún más estratégica para el negocio, al decidir apostar por un enfoque centrado en “#LasPersonasPrimero”.

“Por ejemplo, ahora, más que nunca, la comunicación se ha vuelto una herramienta fundamental para transmitir el clima y la cultura de la empresa. Por tanto, crear un ambiente psicológicamente seguro, dar certidumbre, reconocer el valor de cada persona, abordar lo emocional y promover el trabajo resistente, son algunos de los aspectos que están convirtiéndose en la base del cuidado del profesional”, aseguran desde ManpowerGroup. Y añaden: “En la crisis sanitaria, aquellas empresas que han desarrollado modelos de gestión del talento más avanzados y tecnificados han sido capaces de cambiar de un entorno presencial a uno virtual, sin apenas sacrificar la productividad de sus empleados”.

Para lograrlo, es preciso contar con nuevas soluciones tecnológicas y nuevas capacidades entre los profesionales. Para los especialistas de ManpowerGroup: “El papel de los directores de talento y cultura en la gestión de la salud, el bienestar y la resiliencia de sus empleados, tiene un efecto directo sobre la productividad y el buen desarrollo de la empresa. Así, puntos como la planificación laboral y reinvención de los espacios de trabajo (upskilling y reskilling), además de las políticas de ética empresarial, las iniciativas de employer branding y employees engagement, se han vuelto fundamentales para sobrevivir en esta nueva era”.

A mayor felicidad, más productividad
Aseguran en ManpowerGroup que varios estudios demuestran que “en cuanto los profesionales son felices, se puede observar hasta un 33% más de energía y eficacia, hasta un 300% menos de riesgo de tener accidentes laborales y un incremento de un 88% de la productividad de la empresa”. Dado que la vida es compleja, está llena de preocupaciones y responsabilidades, las empresas deben ser capaces de proporcionar una solución a medida de los retos particulares a los que se esté enfrentando cada trabajador.

Para Cigna, esta respuesta por parte de las organizaciones deberá abordar todos aquellos aspectos que influyen en su bienestar de sus plantillas y, por tanto, que afectan a sus niveles de felicidad: el acceso a la atención médica de calidad, las relaciones familiares y sociales, la salud financiera, la vida laboral y personal, o la propia salud física y mental. “La felicidad tiene una estrecha relación con el bienestar físico y mental. Por ello, es imprescindible darle a la mente aspectos positivos con los que distraerse a pesar del ambiente pesimista e incierto en el que nos encontramos ahora mismo. De esta forma, podremos mejorar la salud holística, entendida esta como el estado ideal de bienestar que se consigue gracias al equilibrio entre los factores físicos, emocionales, sociales, familiares, financieros o laborales. Todos los objetivos y acciones dirigidos al autocuidado repercuten en la confianza en uno mismo y, esto, a la larga, se verá reflejado en todos los ámbitos de nuestra vida, entre ellos, el contexto laboral”, concluye la doctora María Sánchez, directora médica eHealth en Cigna España.

Más información
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