El BCE acelera las compras de activos hasta septiembre pese al optimismo sobre la economía

10/06/2021

Miguel Ángel Valero. El Banco Central Europeo espera que las adquisiciones netas bajo el PEPP, el programa extraordinario contra la pandemia, en el próximo trimestre se realicen "a un ritmo significativamente mayor que durante los primeros meses del año".

Finalmente, el Banco Central Europeo (BCE) no se fue totalmente de ‘vacaciones’ hasta septiembre, como esperaban los mercados ya que el Consejo de Gobierno extiende hasta el tercer trimestre del año su ritmo elevado de compras de activos, en comparación con los primeros meses de 2021, bajo su programa contra la pandemia (PEPP). El objetivo es mantener la mejoría de las condiciones de financiación, porque su presidenta, Christine Lagarde, avisa: un endurecimiento prematuro es un riesgo consolidar para la recuperación.

Esto se traduce en que el BCE  espera que las compras netas bajo el PEPP en el próximo trimestre se realicen «a un ritmo significativamente mayor que durante los primeros meses del año».

Sorprendió un poco Lagarde al reconocer que, si bien no hubo debate sobre la retirada de los estímulos, sí se produjeron «algunas opiniones divergentes aquí y allí».

Es la única novedad de una reunión que dejó invariable el resto de instrumentos de política monetaria: los tipos de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación siguen en el 0%, la tasa de facilidad de depósito, en el -0,5%, y la de facilidad de préstamo, en el 0,25%.

El volumen de compras bajo el PEPP seguirá siendo de 1,85 billones€. Las adquisiciones de activos al amparo de este programa se realizarán de forma flexible hasta marzo de 2022 y las reinversiones de los vencimientos se realizarán hasta finales de 2023.

El BCE seguirá realizando compras netas de activos bajo su programa estándar (APP) a un ritmo mensual de 20.000 millones netos «durante tanto tiempo como sea necesario». Y reinvertirá los fondos de la deuda que venza durante un periodo de tiempo «prolongado» después de que empiece a subir los tipos de interés.

Además, el mensaje es claro: seguirá proporcionado «amplia liquidez» a través de sus operaciones de refinanciación, especialmente a través del TLTRO-III.

Optimismo sobre PIB y riesgos

Todo ello contrasta con el mensaje optimista sobre la evolución de la economía de la Eurozona. El PIB cayó en el primer trimestre el 1,3%, frente al 4,7% del anterior. La inflación  subió al 2%, cuatro décimas más que en abril, por el encarecimiento de la energía y de los productos industriales. La inflación subyacente e elevó dos décimas, hasta el 0,9%. El paro bajó una décima, hasta el 8%, en la Eurozona, y en toda la UE se mantuvo sin cambios en el 7,3%.

Con respecto al desempleo, la tasa de abril de la zona euro, la última disponible, se contrajo en una décima, hasta el 8%. En el conjunto de la UE, el paro se mantuvo sin cambios en el 7,3%.

Christine Lagarde asegura que el levantamiento de restricciones por los progresos en las campañas de vacunación permitirá una aceleración «con fuerza» del crecimiento de la economía de la zona euro en la segunda mitad del año, impulsada por la demanda doméstica. El BCE mejora notablemente sus previsiones: el PIB crecerá en 2021 el 4,6%, y el 4,7% en 2022, en ambos casos seis décimas más de lo estimado en marzo, y confirma el vaticinio del 2,1% en 2023.

Pero lo más importante es que «los riesgos para el crecimiento de la zona euro se encuentran ahora equilibrados», insiste Lagarde. Aunque el BCE ha revisado también al alza sus expectativas de inflación, hasta el 1,9% en 2021 (cuatro décimas más que en las previsiones de marzo) y el 1,5% en 2022 (3 décimas más), pero mantiene el 1,4% para 2023.

El repunte de la inflación se explica por el efecto base de la comparación y factores transitorios, por lo que se moderará y seguirá por debajo de las líneas rojas del BCE, en un discurso calcado al de la Fed. «Todavía estamos lejos de nuestro objetivo de inflación», admite Lagarde.

Reacción de los mercados

Para Charles Diebel, responsable de renta fija en Mediolanum International Funds (MIFL), “el BCE ha decidido mantener su postura moderada y mantener las elevadas compras del PEPP durante el próximo trimestre». «No supone ninguna sorpresa ya que las condiciones financieras siguen siendo relativamente estrictas en la Eurozona y es evidente que la economía necesita un apoyo continuo para salir de la crisis. En general, debería ayudar a respaldar la actividad, pero no servirá para aligerar la fortaleza del euro en los mercados de divisas, dado que el marco político del dólar sigue abogando por un dólar más débil”, argumenta.

Martin Wolburg, Senior Economist, Generali Investments, interpreta que se pospone el ‘tapering’, la retirada progresiva de los estímulos. Pero también avisa que «los riesgos positivos derivados de una reducción del ahorro y de la demanda mundial podrían verse ampliamente compensados por un posible empeoramiento de la situación de la pandemia».

La inflación prevista para finales de 2023 seguirá estando por debajo de la proyección anterior a la pandemia, un umbral que el BCE utilizó para justificar sus medidas de emergencia contra la crisis provocada por la Coivid-19.

No obstante, este experto subraya que el tipo de cambio sigue en el punto de mira: el BCE avisa que «seguirá vigilando la evolución del tipo de cambio en lo que respecta a sus posibles implicaciones para las perspectivas de inflación a medio plazo» y que está dispuesto a ajustar todos los instrumentos que sean necesarios.

También vigilará el BCE el riesgo de subida de tipos. Para el experto de Generali Investments, «el riesgo es claramente que un aumento (liderado por EE. UU.) de los rendimientos de los bonos globales eleve los rendimientos de la deuda pública a través de una mayor prima por duración».

«Creemos que el Consejo de Gobierno, en su reunión de septiembre, empezará a pensar en un rediseño del PEPP (compras mensuales, flexibilidad) que facilite la vida posterior al PEPP tanto para el BCE como para los mercados«, concluye.

Ulrike Kastens, Economist de DWS, considera que las ‘palmas’ del BCE se imponen de nuevo a los ‘halcones’, a los que defienden ir suprimiendo ya los estímulos. Aunque avisa que el debate en torno al alcance del apoyo monetario que será necesario «se va a intensificar durante las próximas semanas».

En un contexto de mejora de las previsiones macro económicas, «un mayor ritmo de las compras de activos dentro del marco del PEPP no se puede justificar en el largo plazo». En este escenario, «es probable que la retirada de las políticas monetarias ultralaxas comience en otoño, con un ritmo algo más moderado de las compras del PEPP, pero sin ajustar la dotación del PEPP en su conjunto«.

De esta forma, «seguimos manteniendo nuestra previsión de que la salida de las políticas monetarias ultralaxas se hará de manera cautelosa. Pero debería quedar claro para todos que, de cara a 2022, se puede esperar mucho menos apoyo del BCE«, advierte la experta de DWS.

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