Los mercados europeos han completado hoy una de esas jornadas en las que si solo se mira el resultado final parecen buenas pero que si se atiende al perfil de la sesión no son tan buenas. Lo primero y más claro es que los índices subieron unánimemente, pero lo segundo y también bastante claro es que igual podían haber bajado unánimemente.

El mercado ha demostrado una exasperante falta de fuerza, lo que debe traducirse adecuadamente. Cuando falta fuerza, falta confianza y sobran recelos, lo que tampoco es de extrañar teniendo a la vuelta de la esquina una cumbre comunitaria en  la que se puede esperar cualquier cosa de Ángela Merkel. ¿Qué cara enseñará el domingo? ¿La de adalid de la Europa unida o la de adalid de la más estricta ortodoxia financiera y presupuestaria? Nunca se sabe, así que los mercados no se deciden.

Pero no es solo eso. Los innombrables han vuelto a rebajar el rating español pero por lo que parece aquí ya todos pasan de las agencias de rating. Dos escalones son muchos escalones y las razones de la rebaja vienen a ser más o menos las de siempre agravadas un poco por el factor tiempo. Tampoco parece haber tenido demasiada influencia, pero no sería de extrañar que un día de estos alguien se acuerde de esto y pase factura. Cosas más raras se han visto y más cuando nuestro Gobierno da muestras de no saber dónde tiene la mano derecha ni la izquierda.

Por no hacer, ni el Gobierno ni el Banco de España han tomado el toro de la recapitalización bancaria por los cuernos, ni tampoco hemos escuchado una palabra acerca de lo que el ejecutivo opina sobre una «quita» en la deuda española. Es bastante vergonzoso que hayan tenido que ser los propios bancos y cajas los que salgan a la palestra. Luego nos quejamos de que nos rebajen el rating, pero es que lo ponemos absolutamente a huevo.

En fin, ahora todo parece pendiente de que esta tarde Sarkozy, Merkel, Trichet, Draghi y hasta Christine Lagarde logren avances sobre todo lo que el domingo debe ponerse encima de la mesa. Curioso, tres franceses, un italiano y una alemana reunidos en Fráncfort con la excusa de la despedida de Trichet al frente del BCE… Al parecer, Sarkozy ha comentado a diputados de su partido que las conversaciones han encallado y que es necesario un nuevo empujón.

Total, que bastante hicieron los índices europeos con cerrar en verde, porque el panorama es cualquier cosa menos despejado. Eso sí, el verde final supone que el mercado sigue confiando en que el domingo habrá una solución a Grecia y a la recapitalización bancaria europea. Ya veremos el lunes. De momento, el Dax ha avanzado un 0,61%, el FTSE un 0.74%, el CAC un 0,52% y el Ibex un 0,43%.