‘Gaetano Brunetti (1744-1798): Divertimenti a violino, viola e violoncello’, grabado en Cercedilla en agosto de 2020, cuenta con la participación del violinista Daniel Pinteño y de Concerto 1700 (Isabel Juárez, viola, y Ester Doningo, violoncello), de la que es director y fundador.

Más allá de sus indiscutibles méritos musicales, la gran aportación de ‘Divertimenti’ es la recuperación de una selección de tríos para violín, viola y violonchelo de Gaetano Brunetti, prácticamente desconocido ahora pero una de las figuras musicales más importantes en la vida musical española de finales del siglo XVIII. Con esta grabación se dice adiós a casi 250 años de ominoso silencio sobre la obra de este maestro italiano afincado en el Madrid ilustrado.

Daniel Pinteño y Concerto 1700 vuelven a demostrar su gran vocación de recuperación del patrimonio musical existente en España, tan vasto como mal conocido y peor escuchado.Sobre todo, de compositores de los siglos XVII y XVIII, injustamente relegados al olvido.

Y su especialización en la interpretación con instrumentos de época de obras que abarcan desde las etapas más tempranas del barroco hasta el inicio del Romanticismo.

Ojalá repitan con ‘Divertimenti’ y Gaetano Brunetti el indiscutible éxito de su disco ‘Sacred Cantatas for Alto’, consagrado a la recuperación de la obra de Antonio Literes, y en el que participan Concerto 1700, junto a la voz del contratenor Carlos Mena.

Esta labor de rescate de la obra de Gaetano Brunetti supone, de alguna manera, la resurrección de un compositor que, pese a ser ahora prácticamente un desconocido, ocupó una posición muy relevante en el mundo musical madrileño de la segunda mitad del siglo XVIII. Además de importantes cargos musicales en la Corte, Brunetti tuvo relación con las casas aristocráticas más importantes de su tiempo, como los duques de Alba o los Benavente-Osuna.

Daniel Pinteño explica que “hablamos de música compuesta en el Madrid de la década de 1770 para ser tocada, según todo indica, por el que fue el XII Duque de Alba, Fernando de Silva y Álvarez de Toledo, uno de los personajes ilustrados más interesantes del Madrid de mediados de siglo”.

En la carátula del CD de Concerto 1700 aparece el retrato del Duque de Alba pintado por Anton Raphael Mengs que se encuentra expuesto en el Palacio de Liria “reconvertido en algo festivo y divertido como muestra del carácter ligero y elegante que plantean estas composiciones», cuenta. «Hay que tener en cuenta que la nobleza ilustrada se divertía tocando este tipo de música en sus residencias”, añade Pinteño.

También conocido en España por el nombre de Cayetano, Gaetano Brunetti nació hacia 1744 en Fano, ciudad de la costa adriática entonces bajo la soberanía de los Estados Pontificios. A los 15 años recaló junto con su familia en Madrid. Posteriormente entró en la Real Capilla. En 1770 aparece maestro de violín del Príncipe de Asturias, futuro Carlos IV. Brunetti escribió una gran obra de cámara y orquestal para el monarca, y sirvió como instrumentista de violín en la Real Cámara, hasta su muerte en 1798. Fue en la Corte de Carlos IV cuando comenzó a escribir sus primeras sinfonías, que los críticos de la época prácticamente despreciaban como «música para divertimento».

El musicólogo Raúl Angulo Díaz, en la introducción que acompaña al CD, explica que “a diferencia de Boccherini, que aprovechó las posibilidades que ofrecía el mercado musical europeo, gracias a lo cual fue conocido y respetado internacionalmente, las composiciones de Brunetti apenas trascendieron el estrecho círculo cortesano o nobiliario para el que se crearon, lo que provocó que no fuesen conocidas por un amplio público de aficionados».

«Dado que apenas se publicó en su época, la música de Brunetti se ha preservado manuscrita en varios archivos y bibliotecas, como el Archivo de música del Palacio Real de Madrid, la Biblioteca Nacional de Francia, la Staatsbibliothek zu Berlin o la Library of Congress de Washington», añade.

Para este experto, los ‘Divertimenti’ “son un buen ejemplo de la madurez compositiva que alcanzó este músico ya en los años 70, consecuencia de su personal asimilación y amplio conocimiento de la música que se hacía en toda Europa». «Es de destacar en ellos la hermosura y el lirismo de los temas, el tratamiento independiente que se da a los tres instrumentos, los desarrollos ingeniosos y bien llevados –lo que denota la huella de Haydn– o las delicadas texturas y los efectos armónicos sorprendentes, clara influencia de Boccherini”, subraya.