El acelerón de la inflación subyacente divide a patronal y sindicatos

13/05/2022

Luis Martínez del Amo. CEOE admite su “preocupación” mientras CCOO culpa a los empresarios de generar efectos de segunda ronda al proteger sus beneficios.

Los datos sobre la evolución de los precios conocidos hoy alimentan la polémica entre empresarios y sindicatos. Tras las discrepancias que han impedido sellar un camino acordado para los salarios, obreros y patronos se culpan mutuamente del comportamiento de los precios.

Para Comisiones Obreras, el acelerón de la inflación subyacente, que mide el comportamiento de los precios menos volátiles, excluyendo alimentos y energía, es buena muestra de que los empresarios, lejos de contener márgenes o beneficios, han comenzado ya a trasladar a todos sus productos el incremento de precios.

Son evidentes los efectos de segunda ronda sobre la inflación”, afirmó hoy viernes el ‘economista jefe’ del sindicato, Carlos Gutiérrez, quien atribuyó el alza de la inflación subyacente a “las subidas de precios empresariales para mantener los márgenes de beneficios”.

“Mientras los salarios soportan fuertes pérdida de poder adquisitivo”, lamentó.

En abril la inflación subyacente se situó en el 4,4% con respecto a un año atrás, según el dato publicado hoy viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que corrigió una décima su dato adelantado del IPC general, hasta el 8,3%.

Por su parte, la empresarial CEOE manifestó su preocupación por el alza de la inflación subyacente, que ha pasado en cuatro meses del 2,1% con que cerró 2021, al 4,4% de abril; después de acelerarse un punto en el último mes, desde el 3,4% de marzo.

Sin embargo, lejos de hablar de efectos de segunda ronda, y mucho menos de atribuir su existencia — como hace CCOO — al comportamiento de los precios empresariales, la gran patronal destacó la diferencia de “casi cuatro puntos” que separa el índice de precios de consumo (IPC) general — 8,3% — y la citada inflación subyacente, del 4,4% interanual.

Para CEOE esta diferencia indica el “esfuerzo del tejido productivo”, en una situación “todavía muy delicada para muchos sectores, para no repercutir todo el aumento de costes en sus precios finales de bienes y servicios”.

Una aseveración donde la palabra ‘todo’ estaría indicando que los patronos admiten que las empresas sí están repercutiendo una parte del alza de costes en sus precios finales.

Los empresarios llaman a “evitar un escenario en el que los aumentos de los precios y salarios se retroalimenten entre sí, para no producir efectos de segunda ronda que nos lleven a una espiral inflacionista”.

Y alertan finalmente de que la economía española estaría ya perdiendo competitividad, al situarse la inflación española ocho décimas por encima de la de la Unión Monetaria; un 8,3% frente al 7,5% de la zona euro, medida por el IPCA, esta vez de marzo.

“Una pérdida de competitividad relativa que no debiera agravarse con nuevos aumentos sobrevenidos de costes de ningún tipo”, concluyen.

CCOO culpa a la “avaricia” empresarial

Muy distinta es la valoración que realizan del nuevo dato de inflación desde el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), cuyo ‘economista jefe’, Carlos Gutiérrez, cargó las tintas para acusar a la “avaricia” empresarial del incremento de los precios en tanto los salarios permanecen en tasas muy moderadas.

Para Gutiérrez el acelerón de la inflación subyacente en abril hasta el 4,4% — su pico máximo desde 1995, señala — indica que son las empresas las que están generando “efectos de segunda ronda”, alimentando una espiral inflacionista, “al subir sus precios para repercutir las subidas energéticas y mantener sus márgenes de beneficios”.

Con todo el economista de CCOO confía en que la inflación se modere en los próximos meses, si bien, matiza, esta “transitoriedad” debiera alentar a las empresas a subir salarios, so pena de lastrar la demanda interna y hundir el crecimiento si no lo hacen.

Además, CCOO rebaja el crecimiento de los salarios hasta abril desde el 2,4% hasta el 1,13% si se tienen en cuenta los seis millones de trabajadores que aún no han pactado sus condiciones de trabajo y para los cuales el incremento es igual a cero, sostiene.

“Los salarios deben subir y hay margen para ello sin generar inflación ni destrucción de empleo”, concluye, recordando que los negociadores de convenios de este sindicato reclamarán un alza del 3,5% para este 2022, más cláusulas de revisión salarial “que garanticen el mantenimiento del poder adquisitivo en el caso de que la inflación interanual supere los incrementos pactados”.

Finalmente CCOO concluye con un llamamiento a la “corresponsabilidad” de los patronos en relación al alza salarial.

“Se debería acordar un gran pacto de rentas que reparta los costes de la inflación entre todas las rentas, no solo las del trabajo, sino también entre los beneficios empresariales, rentas del alquiler y contribuyentes, además de acabar con el ineficaz funcionamiento en la fijación del precio mayorista de la electricidad”, finaliza.

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