Cuarto mandamiento: use alguna técnica de gestión monetaria

19/11/2010

Paquete Trader es un especulador real Paquete-Trader.

El concepto de gestión monetaria es uno de los más importantes para un especulador y el gran desconocido por la mayoría de los inversores. Esa es otra de las diferencias fundamentales entre quienes habitualmente obtienen un rendimiento a su cartera y quienes tienen ganancias ocasiones y pérdidas que las anulan por completo.

¿Qué es gestión monetaria? Bajo tan rimbombante nombre se agrupan una serie de “recetas” de puro sentido común. Dentro de este apartado entraría incluso lo ya visto acerca de la diversificación, pero hay algunas cosas más sobre las que merece la pena detenerse.

La primera de estas cuestiones es básica y volveremos a los jamases. Jamás invierta dinero que sepa usted de antemano que vaya a necesitar en un plazo temporal determinado. ¿Por qué? Pues es muy sencillo. Si tenemos un horizonte temporal para la inversión incumplimos dos de las reglas sagradas: no tener prisa para realizar una entrada y no tener prisa por salirnos. Los plazos temporales significan siempre precipitación y la precipitación es muy mala aliada de las inversiones.

¿Qué plazo ponemos como horizonte? Yo suelo decir que dinero que no se vaya a necesitar nunca, pero eso puede ser un poco utópico. En función de su perfil de inversor, seis meses puede ser suficiente, pero yo prefiero que sean dos años. Hay valores que alcanzan sus mejores momentos entre nueve meses y un año después de la entrada, ¿por qué no esperar a que ocurra? Si el dinero se necesita antes, obligatoriamente se deshará la posición y se perderá una buena oportunidad de maximizar el beneficio.

La segunda cuestión relacionada con la gestión monetaria es también muy sencilla. ¿Cuánto dinero puedo destinar a la especulación? Si usted lleva años en esto podrá destinar mucho más dinero que si acaba de comenzar, pero en ambos casos debe tener presente una máxima: destine una cantidad que pueda permitirse el lujo de perder íntegramente sin que ello suponga un problema para usted ni para su familia. Es más, yo le aconsejaría que cuando ponga el dinero en la cuenta del broker, lo dé todo perdido. No cuente en absoluto con ese dinero ni con lo que pueda ir produciendo. Sólo así tomará decisiones sin la carga de “tener que ganar”.

Una tercera cuestión básica de la gestión monetaria es la creación de una “cesta” diversificada de inversiones. Deriva directamente de algo que ya hemos hablado y tan sencillo como no poner todos los huevos en la misma cesta, pero ahora daremos un paso más: ¿cómo establezco las partes en las que debo dividir el dinero destinado a especular? En general, en no menos de tres partes y en no más de diez. Menos de tres reduce muy poco el riesgo y si podemos dividirlo al menos en cinco, mucho mejor. Lo de no más de diez es por no liar demasiado la madeja en un principio. Las inversiones hay que seguirlas, hay que tomar decisiones respecto a ellas y hay que dedicarlas algún tiempo todas las semanas. Cuando sea usted un experto, manejar veinte valores le parecerá sencillo, pero más de diez (incluso de cinco) en un principio le puede suponer un caos de consideración.

Esto no quiere decir que constantemente haya que tener las cestas llenas. Ni mucho menos. Es más. Yo recomiendo siempre escalonar el proceso de inversión de forma que vayamos realizando nuevas entradas a medidas que las anteriores van entrado en beneficios. Decidir diez valores en un fin de semana para empezar y dar las órdenes al bróker para el lunes es un suicidio perfectamente planificado, así que le recomiendo que no lo haga.

Establecidas estas consideraciones, la clave vuelve a estar en responder a una pregunta: ¿cuánto está dispuesto a perder en cada entrada? En mi sistema no acepto nunca pérdidas superiores al 10% por entrada. De esa forma, si tengo 30.000 euros conformados en cestas de 3.000 euros cada una, perderá un máximo de 300 euros por entrada. Sobre la cesta es un 10%, pero sobre la cartera total es el 1%, una pérdida más que asumible que mantiene el riesgo bajo control.

Estas consideraciones tan simples se pueden ir complicando hasta el infinito y existen métodos de gestión monetaria realmente complejos. En algunos de los libros que les recomendaré podrá leer mucho sobre gestión monetaria, pero para empezar es suficiente con una dosis de prudencia como la que le he explicado. Cuando gestione una cartera de más de 100.000 euros es posible que necesite de esas soluciones complejas, pero mientras tanto, basta con aplicar el sentido común y la prudencia.

La gestión monetaria es quizás la parte más personal de un método de inversión y yo, en estos momentos, lo he reducido a la simplicidad extrema: ¿Cuándo estoy dispuesto a perder y dónde tengo que colocar el stop? Ahí tengo exactamente la dimensión de la inversión a realizar siempre que no se salga de un parámetro fundamental: esas pérdidas no pueden suponer en ningún caso más del 1,5% de la cartera total. A medida que vayamos avanzando y empecemos a ver dónde colocar un stop comprenderá lo fácil que es el sistema de gestión monetaria que aplico.

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