¿A cuánto está el kilo de indulto? ¿Eximir a los que delinquen no es otra forma de ejercer delincuencia? ¿Cuál es el límite para poder robar y ser indultado posteriormente? ¿Por qué los banqueros son impunes y si usted no paga su hipotecaria mensual es embargado? ¿Los que osan a indultar no son los que deberían ser juzgados por ser sospechosos de malversación, corrupción, despilfarro de fondos de públicos y hasta de traición a la patria si me apuran? ¿Y por qué Alfredo Sáenz sí, y Urdangarín -si finalmente es imputado- u Otegui no? Ya que nos ponemos… El Gobierno de Zapatero como guinda a su legislatura -acorde al nivel político y a la catadura moral que les ha caracterizado-, podrían urdir una despedida de órdago con indulto general para todo ladrón o asesino que se precie. Eso sí, los padres de familia que se hayan visto en la obligación de cometer hurto para alimentar a sus hijos o el preso hispánico más antiguo -sin delitos de sangre- que permanezcan condenados, que hasta para esto hay clases en el decálogo del descaro. Que se lo pregunten a los Albertos, a Alierta, a Rubalcaba y hasta a “Míster X” a propósito de Urbanores, Tabacaleras, Gales y Faisanes…

Podría continuar escupiendo preguntas al respecto durante largo rato. Tal es el grado de mi perplejidad por la genuflexión de Zapatero y adláteres a Botín -o la bajada de pantalones de la política a la banca, que viene a ser lo mismo-. Y la que más me inquieta ¿qué legitimación democrática para tomar tal decisión tiene un Gobierno que cinco días antes ha sido masacrado en las urnas? El pueblo español les ha expulsado por palizón y se permiten el choteo de seguir nombrando a dedo, enchufando sin pudor a diestro y siniestro, e indultando a banqueros en el período de descuento: impulsar los intereses particulares aumenta el descrédito de nuestros dirigentes hasta límites intolerables. Formalmente puede ser legal, pero ética y moralmente es denigrante. Que esto ya no se trata de partidos, de ideologías, ni de las izquierdas ni las derechas: esto va de indignos, desvergonzados y caraduras. Tenemos la obligación de exigir día sí y día también una modificación de las leyes que permiten cometer barrabasadas o indultos injustificados a los Gobiernos en funciones-disponen legalmente de esa facultad-, que autoriza al poder Ejecutivo a pisotear sentencias firmes del Judicial. Y por supuesto, no dejar de patalear hasta que la consecución de una reforma profunda de los partidos, de la Ley Electoral, de sus listas -votemos personas y no siglas- y promovamos una Justicia INDEPENDIENTE, garante real de los derechos constitucionales -todos somos iguales ante la Ley-, del escrupuloso respeto al ordenamiento jurídico y de la aplicación estricta de las leyes.

Tras las preguntas razonables llega el turno de las capciosas. Unos días amanezco rebelde, otros literata, y los más, irónica; pero hoy me levanté preguntona, qué se le va a hacer. ¿Zapatero exime a Botín -perdón, a Sáenz- porque favor con favor se paga? ¿Quién le debe algo a quién? ¿Ha llegado el momento de intercambiar indultos por retiros dorados en Consejos de Administración a tanto miembro del PSOE que queda desempleado? Y lo más grave: si son capaces de cometer esta tropelía ante la opinión pública, a la vista de todos los españoles… ¿qué no serán capaces de maquinar a nuestras espaldas?

¿Al señor Rajoy y a su partido qué opinión les merece estas actuaciones de sus colegas de hemiciclo? Que todavía no gobiernen no debería amparar silencios en ningún caso. Expectantes por lo que está por venir, del Gobierno saliente no esperábamos ya más que algún coletazo insolente, pero al entrante y venideros se lo vamos a exigir TODO.

Twitter @CarmelaDf