Ha pasado ya unas semanas del relevo en la presidencia de Unespa de Pilar González de Frutos por Mirenchu del Valle, hasta ahora secretaria general. La máxima responsable de la asociación empresarial del seguro mantiene las buenas prácticas de su antecesora, como adelantar, embargados, los discursos a los periodistas.

En su primera intervención pública como presidenta de Unespa, en la presentación del IV Estudio de Igualdad de Género en las Aseguradoras de #RedEWI, Mirenchu del Valle, evidenció un discurso muy bien armado y argumentado (como los de su antecesora), con una innovación conceptual que demuestra su habilidad dialéctica, como el «optimismo crítico».

Reconoce que hay una diferencia de 23 puntos entre el peso de la mujer en la plantilla del sector asegurador (55,2% en 2022, frente al 57,8% en 2021) y en las escalas de la aseguradora donde se toman las decisiones (30,1%, una décima más que en el ejercicio precedente). «Soy crítica, obviamente, porque creo que no podemos ser totalmente optimistas, no hemos alcanzado la paridad en los puestos de dirección», subraya, marcando al seguro el camino a seguir.

Pero, al mismo tiempo, destaca la trayectoria recorrida: «Hace 40 años en el sector asegurador había 960 directivos, y solo una treintena eran mujeres, el 3%. Hace ahora 20 años, ese porcentaje había pasado al 4,2%. Avanzamos 1,2 puntos en 20 años. Ahora estamos en el 30%».

También demuestra buenos reflejos. Pocas horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara en un mitin del PSOE una norma para que entre en vigor en junio el derecho oncológico al olvido, Unespa distribuyó por WhatsApp un comentario, y luego un video de la presidenta precisando la reacción del seguro a esta decisión, que le afecta en buena medida, como a la banca, por las quejas de discriminación que formulan las personas que han sufrido un cáncer pero que ya se han curado a la hora de lograr una hipoteca, el seguro de Vida que garantiza la amortización de ésta, entre otras situaciones.

Se puede, y se debe, comparar el relevo en Unespa, con un sin duda alguna merecido ascenso de la secretaria general, con el protagonizado muchos meses antes en la Asociación Española de Banca (AEB). Tras dos presidentes procedentes del Banco de España, pero de muy diferente talante (muy mediático el que fuera subgobernador Miguel Martín, y de perfil más técnico el director general de Regulación, José María Roldán), llegaba la primera mujer, Alejandra Kindelán, procedente del Grupo Santander, donde era directora del Servicio de Estudios, Public Policy y Relaciones Institucionales.

En los dos casos, aunque más en el de Unespa, el relevo va a suponer menos presencia mediática. Aunque en la patronal del seguro se va a seguir hablando mucho del Pilar II, Mirenchu del Valle no es un clon, avatar o versión de Pilar González de Frutos. Ni va a cometer el error de pretender serlo.

Y así lo ha evidenciado en sus primeros pasos como presidenta de Unespa. Mantiene, como su antecesora, la facilidad en el acceso a los periodistas, sean o no especialistas en seguros. Pero deja muy claro siempre cuál es su función: defender los intereses del sector asegurador y al mismo tiempo fomentar el conocimiento entre la sociedad del papel del seguro.

Y eso exige concentrar buena parte de los esfuerzos en el papel de Unespa como lobby, ya que no ha sido beneficiosa para el seguro (en realidad, para casi nadie) la reforma de las pensiones ni el impulso de los planes de empleo en detrimento de los individuales. Tampoco se ha avanzado nada en la supervisión independiente de seguros, sino que emerge la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, aunque al menos se ha suprimido la absurda tasa de 250€ por reclamación (en lo que algo ha tenido que ver la labor de lobby de Unespa, entre otras organizaciones). Ni otras muchas decisiones adoptadas por el Gobierno en España.

Tampoco se ha conseguido frenar del todo esa mala costumbre de trasladar al seguro cualquier modificación regulatoria o incremento de exigencias en el sector financiero. Hasta la presidenta de Eiopa (el supervisor europeo de seguros y pensiones), Petra Hielkema, criticaba públicamente a las autoridades europeas, ya que considera que «las regulaciones se hacen sin conocer bien los seguros», como contó diarioabierto.es el 12 de mayo.

Como Alejandra Kindelán en la AEB, Mirenchu del Valle tiene que potenciar la capacidad de influencia en los poderes políticos y en la sociedad en general de Unespa. Y eso exige mucho trabajo entre bambalinas, enormes dosis de discreción, no transmitir el partido hasta que no haya terminado. En definitiva, menos titulares, menos apariciones públicas, pero más eficacia en los movimientos para defender los intereses de la banca, en un caso, y del seguro, en otro.

Eso sí, mientras la presidenta de la AEB estará en el curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander (concretamente, el 20 de junio), no intervendrá la de Unespa, según el programa provisional. La aportación del seguro se producirá el 21 de junio con un habitual en ese foro, el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, y dos ‘novatos’, la consejera delegada de Línea Directa, Patricia Ayuela, y el de MedVida, Antonio Trueba.

Sin duda, el curso de la Apie no será el mismo sin las intervenciones, generadoras de aportaciones y de titulares, de la ya expresidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, durante unos cuantos años.