En Castilla La Mancha ya no hay cajas de ahorros: CCM, que tiene el más que dudoso honor de ser la primera intervenida por el Banco de España, fue adjudicada a CajAstur y ahora pertenece, como Banco Castilla La Mancha, a Liberbank; y Caja Guadalajara fue absorbida por la sevillana CajaSol, integrada en Banca Cívica. Sólo quedan cajas rurales, con dos grupos: GlobalCaja, impulsado por la de Ciudad Real, y la antigua de Toledo, rebautizada como Rural de Castilla La Mancha. En el primer movimiento desde el anuncio de fusión entre el primer Sistema Institucional de Protección (SIP) aprobado por el Banco de España, el Grupo Cooperativo Cajamar, y el segundo, Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM), para crear Cajas Rurales Unidas, GlobalCaja ha invitado a sumarse a la formación de “un grupo cooperativo fuerte” a las rurales de Mota del Cuervo, Villamalea y Casa Ibáñez. Deja fuera a su principal competidor en la región, la Rural de Castilla La Mancha, que cuando era la de Toledo fracasó en dos intentos de fusión con la de Ciudad Real y en un tercero con la de Albacete. A diferencia de la operación de Cajamar, que supone la marcha de CRM del Grupo Caja Rural y de las sociedades vinculadas (Banco Cooperativo Español, la aseguradora RGA y Rural Servicios Informáticos), Globalcaja quiere mantenerse dentro de la Asociación Española de Cajas Rurales.

“GlobalCaja quiere seguir siendo puntera en la integración de las Cajas rurales de nuestra región y ha propuesto a las Cajas Rurales de Mota del Cuervo, Villamalea y Casa Ibáñez la formación de un grupo cooperativo fuerte,  que protagonice un papel activo en el futuro mapa financiero de nuestro país y que sirva también de motor económico para la recuperación de nuestra región”, explican en la entidad. El paso se ha dado “consciente del nuevo escenario financiero y al objeto de dar respuesta a las necesidades de sus clientes, del mercado y alineada con los objetivos del Gobierno de España y de los reguladores nacionales”.

Esta invitación es el resultado de las conversaciones y negociaciones, que, desde hace meses, vienen manteniendo los responsables de GlobalCaja, con Luis Díaz Zarco a la cabeza, teniendo con los máximos representantes del resto de las rurales de Castilla La Mancha. “Este grupo cooperativo tiene como señas de identidad el respeto a la independencia de cada una de las entidades, el reconocimiento de su fortaleza financiera y su común objetivo de dar el mejor servicio a socios y clientes”, insisten en GlobalCaja.

Aunque en GlobalCaja eluden comentarlo, la invitación no se ha extendido a la Caja Rural de Castilla La Mancha ante la nula receptividad mostrada por sus responsables ante esta iniciativa. También pesa las históricas malas relaciones que mantienen dos entidades que son férreamente competidoras.

“GlobalCaja goza de una saneada situación financiera, está en pleno periodo de expansión y se ha convertido ya en el primer operador financiero de Castilla La Mancha,  con un volumen de activos medios de 4400 millones, una red de casi  300 oficinas y un millar de personas en su equipo de profesionales”, señalan en la entidad.
Luis Díaz Zarco, presidente de GlobalCaja, considera que los términos de la propuesta enviada a las demás rurales de Castilla La Mancha “garantizan la idiosincrasia y autonomía de las entidades locales, además de una participación activa en los órganos de gobierno del grupo”. “Esta propuesta de grupo cooperativo aporta a todos sus integrantes mayor sostenibilidad y solidez financiera, garantiza la competitividad de sus integrantes y supone una clara aportación de valor a todos sus socios, profesionales  y clientes”, argumenta.

Independencia jurídica y mantenimiento de marca

De esta forma, las rurales que acepten la invitación mantendrán su independencia jurídica, sus asambleas generales y consejos rectores. Participarán en el consejo rector del nuevo grupo, en sus comités y comisiones. Serán los representantes de GlobalCaja en sus respectivas zonas, actuando como directores territoriales de todas las sucursales del grupo. Además de mantener la marca comercial propia y las fundaciones de cada entidad, GlobalCaja realizará una aportación complementaria al fondo de educación y promoción (que canaliza la obra social) de cada una de las rurales. Y proporcionará garantías cruzadas plenas de liquidez y solvencia mediante la creación de un Sistema Institucional de Protección. También se producirá una mejora de la eficiencia a través de las economías de escala generadas por la centralización de ciertos servicios a través de la cabecera del grupo. Por último, en GlobalCaja destacan que se trata de una “propuesta de valor para todos los profesionales del grupo: desarrollo de carrera, crecimiento y promoción profesional”.

“GlobalCaja espera que las cajas a las que ha sido presentada este proyecto, con las que les unen íntimos vínculos históricos, compartan con ella la apuesta de futuro y la visión responsable de construir  un grupo cooperativo sólido, solvente y eficiente”, concluyen en la entidad.

Esta operación, aunque esté inicialmente circunscrita a Castilla La Mancha, va a provocar nuevos movimientos en un sector todavía muy atomizado y en el que la mitad de las entidades se encuentra aún al margen del proceso de concentración. Y sin duda obligará a mover ficha a la antigua Rural de Toledo, que insiste en continuar en solitario y en disputar a GlobalCaja el liderazgo financiero en Castilla La Mancha.