Le pese a quien le pese. Ocio, cultura, negocios, tecnología, diseño, inversión, internacionalización, política, deporte y lo fundamental: espíritu acogedor, tolerante, innovador y alegre. Sin olvidar el alma de la ciudad ¿qué sería de nuestra capital sin sus inquietos moradores o sus curiosos visitantes? Entre tanto agorero maligno, tanta actualidad deprimente y tanto cargo público cantamañanas, debemos aportar nuestro granito de arena para impulsar sonrisas, confianza y ánimo. Madrid nos regala suficientes razones y oportunidades para ello. Cambiemos el chip individual para vencer al pesimismo colectivo. Estas últimas semanas hemos asistido a iniciativas, aperturas, celebraciones e inauguraciones que invitan a la esperanza. Comienzo por la presentación de las “Wacu Girl” de Fiona Ferrer: espectacular. No por el insuperable nivel de convocatoria, que también, sino por una puesta en escena cuidadísima, por el mimo en cada elemento, por la finura de una ejecución impoluta: los detalles son lo que marcan la diferencia entre lo bueno y lo excelente. Una escenografía recreando un entorno cosmopolita, la iluminación y los combinados rosa chic -acordes al diseño del libro-, repostería de alta costura y obsequios de categoría para los ilustres invitados. El chorreo que se ha llevado la autora supongo que se deberá a ser joven, triunfadora y tener iniciativa -ella no pretende competir con Vargas Llosa, tan sólo entretener-. ¡Qué país! Promovamos a los que emprenden -sea en el ámbito que sea- en vez de criticar gratuitamente. Tratemos de construir en vez de destruir, sumar en vez de restar, aportar en vez de perjudicar.

La semana comenzaba compartiendo cruasanes con un Feijóo sembrado, cambiando su tónica habitual de hablar sin decir nada -a la par que gestiona mucho y bien-, por vamos a contar las verdades del barquero: menuda vergüenza los que han utilizado la deuda pública para construir su carrera política, los que quieren ser nación estarían más que intervenidos si no perteneciesen a España o no pretendo adelantar elecciones que me garanticen una amplísima mayoría absoluta, sino gobernar la legislatura completa esforzándome por la excelencia en mi gestión: es mi responsabilidad. Pues eso. El gallego luciéndose mientras  Ana Pastor montaba un cirio protocolario en la mesa presidencial -confirmando asistencia en el último suspiro- para una vez resulta su ubicación, marcharse por donde había entrado sin ni siquiera haberse sentado ¿?. Sin tiempo para analizar los pormenores del desayuno informativo, tocaba almorzar con un reivindicativo ministro Soria clamando por todo lo bueno que tenemos en España, que es mucho. Al atardecer se agradeció una desintoxicación glamurosa de tanto speech institucional. Cosmopolitan premiaba en su décima edición las fragancias estrella del año. Lala Herrero, una hembra divina de casi dos metros, que bien podía acaparar alguna portada de la publicación que dirige, ejerció de perfecta anfitriona como acostumbra, mientras María Castro presumía de atuendo de Zara -y olé-, Sandra Barneda defendía un estilo propio ajeno a firmas de postín, Bimba Bosé confesaba su adoración por la lencería retro, blanca, y salpicada de puntillitas o Ana de Armas dejaba babeando al personal con un tipazo sólo al alcance del club de las elegidas. Mientras los chicos y chicas cosmo disfrutaban de unas milanesas con tomate y albahaca de chuparse los dedos –Samantha de España las borda-, al filo de la medianoche volé cual cenicienta: comenzar el día escuchando al Presidente del Congreso alabar el  excelente comportamiento de Amaiur en el Parlamento no tiene precio.

El jueves había que triplicarse para intentar llegar a todo. Michael Kors ha confiado en España: inversión grandiosa -600 metros en plena milla de oro capitalina- e inauguración por todo lo alto. Efectiva manera de combatir la desazón patria. El protagonista acudió rodeado de tremendo séquito, luciendo gafas oscuras estilo rock and roll star: porque él lo vale. Y mucho. La sorpresa llegó con la aparición de don Mario Testino para deleite de la concurrencia. Tras la inauguración oficial, los más privilegiados acudieron a una velada íntima y revip que el decorador Pascua Ortega organizaba en casa. La cercanía del flagship store de Kors -así lo denomina él mismo- con Le Boutique Club -que se inauguraba con la pretensión de convertirse en punto de encuentro de los más exigentes- animó a Luis Medina a hacer doblete (como a las viandas de Caritina). Seis  impresionantes lámparas  diseñadas en Milán con forma de maniquí, barra con expositor realizado en cristal espejado donde se exhiben zapatos de colecciones legendarias de Christian Louboutin junto a ediciones limitadas de champagnes exclusivos, columnas tapizadas con telas de Kvadrat y una  bodega que dispone de las mejores marcas premium invitan a quedarse: como sin duda les ocurrió al atractivo aristócrata y a la cautivadora actriz de escote ombliguero…