Crisis, deuda, concursos de acreedores… Las noticias negativas llevan más de un año siendo protagonistas de la prensa. Se diría que nadie consigue salir adelante… Y sin embargo, hay empresas, muchas, que, con saber hacer, perseverancia e ideas innovadoras consiguen hacerlo. Es el caso de una micro pyme catalana Hoko (www.hoko-esports.com). ¿A qué se dedican? A fabricar prendas técnicas para deportistas. “Somos deportistas que hacen ropa para deportistas. Después de más de 20 años en el sector textil y teniendo como afición en trail running, era una manera  de unir dos pasiones”, comenta una de las emprendedoras, Cristina León Rosa.

La compañía se constituyó hace apenas dos años. ¿Qué hace sus prendas diferentes de las del resto del mercado? Básicamente, la materia prima con la que la confeccionan y el precio. “Usamos polipropileno, es la fibra técnica con mejores registros del mercado, tiene propiedades térmicas inmejorables, muy buena gestión de la humedad, es hipoalergénica, muy ligera y bacteriostática”, añade. El problema de este tipo de hilo es el precio (unos 12 euros el kilo). De esa forma las prendas que se encuentran en el mercado tienen un elevado coste. ¿Qué ha hecho Hoko? Vender directamente a través de su página web y de su tienda en Mataró, de esa forma elimina intermediarios en el sistema de distribución y el artículo no se encarece. “Podríamos compararnos con el sector de la fruta, al trabajar sin intermediarios el pvp es mucho más bajo”, dice León Rosa. Ejemplo: una malla de una buena marca cuesta unos cien euros (el precio del coste es de diez euros). Las suyas tienen un precio de fabricación similar pero el precio de venta oscila entre los 28 y los 38 euros.

Hoko utiliza tecnología seamlees, una técnica de tejeduría permite hacer cambios en la textura, grosor, dibujo y compresión con una gran precisión y sin necesidad de costuras intermedias. Todo fabricando en España: “Controlamos todo el proceso de producción, lo que nos permite ser muy ágiles a la hora de introducir mejores o crear nuevos modelos”, continúa.

Y sacar nuevos modelos lleva su tiempo. Por ejemplo, antes de lanzar el culotte ciclista kaze se hicieron 30 prototipos introduciendo cambios en cada uno de ellos. Hoko cuenta con varios deportistas, muchos con muy buenas clasificaciones en sus respectivas disciplinas, que prueban las prendas y las visten durante las competiciones.

Prevén producir entre 20.000 y 25.000 prendas este año. ¿Las más demandadas? “Tenemos mucho éxito en las llamadas prendas de compresión. Y básicamente nos hemos concentrado en completar la gama de running (de donde venimos) y estamos ampliando nuevos horizontes hacia otras disciplinas como el triatlón y el ciclismo”, cuenta. La compañía está empezando a distribuir en algunas tiendas y han recibido propuestas de otros países, empezando en algunos: “Pero queremos crecer primero en España, donde de momento podemos dar más garantía de servicio”, finaliza. También tienen en perspectiva lanzar una línea de ropa para niños.

Ah, y por si se lo preguntaban, hoko significa camino en japonés. El que estos emprendedores están haciendo sin ayudas pero con tesón y muchas ganas de trabajar.

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