El Gobierno rechaza cuantificar el número de excluidos por los cambios en el plan Prepara

24/08/2012

Luis Martínez. El Ejecutivo abandera la necesidad de evaluar la eficacia de los programas pero elude ofrecer proyecciones que aclaren cuántos desempleados perderán los 400 euros.

En línea con lo esperado, el Gobierno aprobó este viernes una reforma del Plan Prepara cuya principal novedad es que endurece el acceso a la ayuda de 400 euros al incluir tanto a los padres como a los abuelos, en el cómputo de rentas que determinarán el umbral para entrar en el plan, vinculado en principio a la formación. Nuevas exigencias que obligarán también a los parados a acreditar su búsqueda de empleo, una función que podrían desempeñar las ETT.

Esgrimiendo la bandera de la evaluación, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha presentado los detalles de la reforma del plan Prepara, cuya entrada en vigor será el 16 de agosto, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Según reconoció la ministra, el Gobierno ha incumplido hasta la fecha el objetivo principal del plan. Concebido en pleno derrumbe de la construcción, el Prepara se pensó como un instrumento para facilitar la recualificación profesional de los parados procedentes de estos sectores, en principio sin futuro. Sin embargo, según admitió, en su lugar se ha ofrecido más bien orientación a los parados, consistente en alguna charla sobre el mejor modo de redactar un curriculum vitae. Y poco más.

Los datos del Ministerio indican que dos terceras partes de los beneficiarios que han concluido el Programa (307.029) no consiguió ninguna colocación en el mercado laboral, mientras que solo un 18 por ciento obtuvo una colocación mayor a dos meses. En cuanto a la proyectada labor de recualificación, tan sólo el 7,23 por ciento de los beneficiarios atendió a actividades formativas.

La ministra, además, presumió en un comunicado sobre esta evaluación de resultados, y tras criticar el poco éxito del programa, destacó que esta es la primera vez que se efectúa la medición, a pesar de la obligación legal.

Sin embargo, la ministra olvidó detallar en su evaluación otros aspectos igualmente interesantes. Por ejemplo, el número de beneficiarios que, tras sus cambios, resultarán excluidos del programa.

Así, el Ministerio escondió sus proyecciones y no proporcionó otros datos más alla de la vaga esperanza de que el Prepara no incrementará su coste actual, a pesar del aumento de la dotación, hasta 450 euros, cuando existan mayores cargas familiares.

En este sentido, algunas voces cuantifican ya la pérdida de beneficiarios y hablan de que, con estos cambios, el ministerio se ha quitado de un plumazo a unos 50.000 beneficiarios, una cuarta parte de la nómina actual.

Las ETT y los nuevos requisitos

Otros, además, aseguran que uno de los principales beneficiarios del nuevo Prepara serán las empresas de trabajo temporal (ETT). Así, estas voces afirman que el Gobierno planea que estas empresas sean las encargadas de validar la exigible búsqueda activa de un empleo por parte de los parados.

En esta línea, el nuevo Prepara exige a los desempleados que acrediten que han buscado activamente empleo, tanto en el mes anterior a recibir la ayuda, como después, durante todo su período de cobro, que se extenderá por un máximo de seis meses.

Rumores aparte, lo cierto es que, Báñez despertó además en su comparecencia cierta perplejidad entre los periodistas con algunos ejemplos ilustradores de las “mejoras” introducidas por su departamento en el programa.

Así, en su intento por ‘vender’ la mayor “equidad” del nuevo baremo, la ministra deslizó este rocambolesco ejemplo. Hasta ahora, dijo, el Prepara solo tenía en cuenta, a la hora de elegir a los beneficiarios, las rentas del interesado y las de sus descendientes.

Con la antigua normativa, continuó la ministra, una pareja que gana 8.000 euros al mes, y que tiene a sus dos hijos en paro, sumaría a las rentas familiares 800 nuevos euros, asignados a sus vástagos por el antiguo programa.

Los hijos de tan peculiar familia perderán la ayuda. Sin embargo, el nuevo cómputo favorecerá a algunas personas, al contabilizar también las rentas de los ascendientes, y no solo las de los hijos, además de las interesado, como se hacía antes.

Así -ejemplificó de nuevo la ministra- una madre soltera que antes no tenía derecho a la ayuda por convivir con un hijo con 1.000 euros de renta; ahora sí lo tendrá, siempre que conviva, además, con sus progenitores, cuya renta sea de 900 euros.

Para beneficiarse del Plan Prepara, los solicitantes deben estar inscritos como demandantes de empleo y carecer de rentas de cualquier naturaleza superiores en cómputo mensual al 75% del salario mínimo interprofesional (481 euros), excluida la parte proporcional de dos pagas extraordinarias, informa Europa Press. Se entiende que se cumple el requisito de carencia de rentas cuando la suma de las rentas de todos los integrantes de la unidad familiar, incluida la del solicitante y dividida por el número de miembros que la componen, no supere esos 481 euros.

A pesar de estos argumentos, la ministra no ha logrado convencer a los sindicatos y el el secretario de acción sindical de UGT, Toni Ferrer, ha demandado al Gobierno que no tenga en cuenta las circunstancias personales de los parados para concederles la ayuda. Además, Ferrer ha criticado que se endurezca el acceso al programa a las personas más jóvenes.

En cambio, las patronales CEOE y Cepyme se han mostrado a favor de la prórroga del programa y, en línea con el Gobierno, han destacado que el sistema ha de ser “transparente, formativo, incentivador de la búsqueda de empleo y que sirva para llegar a las personas que realmente lo necesitan”.

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