El sindicato mayoritario CCOO ha criticado a la patronal CEOE por la “crisis interna” que sufre la confederación empresarial, una crisis que “no acaba de cerrarse” a pesar de la llegada de Juan Rosell al frente de la organización y que, junto a la posición “subalterna” de Cepyme, ha provocado, en opinión del sindicato, “continuas disonancias”, bloqueos de la negociación colectiva y hasta incumplimiento de los acuerdos firmados con los sindicatos.

El sindicato que dirige Ignacio Fernández Toxo lanzó este demoledor diagnóstico sobre el estado de la gran patronal española en el denominado Programa de Acción y Estatutos, un documento aprobado por el Consejo Confederal del sindicato y que se presentará en el X Congreso Confederal para su aprobación, los próximos días 21, 22 y 23 de febrero.

Las críticas del sindicato se centran en el papel de la patronal en la construcción del diálogo social, un ámbito en el que CCOO lamenta la falta de acuerdos en torno a materias como la reforma laboral y la reforma de la negociación colectiva.

Según CCOO, “la crisis interna en CEOE, que no acaba de cerrarse, y la posición subalterna de Cepyme producen continuas disonancias dentro de sus organizaciones ante cualquier hecho relevante de las relaciones laborales y con frecuencia bloquean la negociación colectiva e incumplen los acuerdos interconfederales”.

Batalla por la negociación sectorial

Además, el documento adelanta la estrategia del sindicato para los próximos años en un contexto marcado por la reforma laboral aprobada por el Gobierno del Partido Popular, que, entre otros efectos, ha fortalecido la negociación colectiva en la empresa, en detrimento del sector, un objetivo contra el cual CCOO se muestra dispuesta a dar la batalla.

En este sentido, el sindicato afirma que acometerá “sin demora” un conjunto de actuaciones que le permita desarrollar la negociación colectiva y la acción sindical en empresas de “todos los sectores y tamaños”.

Advierte, además, que, tras las reformas laborales aprobadas, la situación de la negociación colectiva va a ser “más compleja” y deberá vencer “nuevas dificultades”. Reconoce que la negociación en la empresa es “un objetivo sindical”. Pero sostiene que sus organizaciones evitaran firmar convenios de “minúscula dimensión”.

En concreto, CCOO afirma que sus organizaciones no promoverán unidades de negociación en empresas ni centros de trabajo con menos de 50 trabajadores y trabajadoras, salvo en circunstancias excepcionales.

En este sentido, y a pesar de la reforma laboral del PP, que da prioridad al convenio de empresa sobre el sectorial, el sindicato no renuncia a fortalecer la negociación en el sector, un ámbito que considera “clave” para extender la cobertura de los convenios a la inmensa mayoría de las personas que trabajan, especialmente en las pymes.

En este sentido considera una “prioridad revertir la legislación laboral en relación a los contenidos más lesivos producidos por las reformas laborales impuestas en 2010, 2011 y 2012.

Menos personas en los órganos de dirección

El  documento dedica además un capítulo a esbozar la adecuación del sistema de gobierno del sindicato «a las nuevas realidades”. En este sentido, CCOO propone diversos cambios en sus órganos de dirección, guiados por la idea de reforzar la “confederalidad” de la central.

En este sentido, destaca como  “razonable”  la propuesta de reducir el número de personas que componen los órganos de dirección.

Asímismo  establece como sectores estratégicos especialmente sensibles para el desarrollo de la acción sindical y de la «movilización general» el sector del transporte, los medios de comunicación, el de grandes superficies, las actividades profesionales, científicas y técnicas, y el sector energético.

Además se propone fortalecer la comunicación interna y externa y, en materia formativa, apuesta por la creación de un centro confederal de recursos materiales y humanos, que aglutine los recursos pedagógicos, soportes y materiales formativos, así como los necesarios desarrollos, así como la formación de formadores.

Por otro lado detecta “luces y sombras” en otros ámbitos como la responsabilidad social empresarial (RSE) e inversión socialmente responsable (ISR), si bien advierte que este es un campo en el cual se pueden dar “grandes avances” si la actividad sindical está preparada para ello.