El Gobierno presiona al Santander para que se haga cargo de bancos en crisis

26/09/2012

Miguel Ángel Valero. El grupo que preside Emilio Botín es el único de las grandes entidades que no se ha implicado en el proceso de concentración del sistema financiero en España

El viernes, Oliver Wyman hace públicos los resultados de los exámenes a 14 grupos bancarios españoles, del que saldrán las nuevas exigencias de capital que deberán asumir. Y, en su caso, el volumen de ayudas públicas que van a necesitar. Si recurren al dinero público, deberán traspasar obligatoriamente sus activos ‘tóxicos’ a la Sociedad Gestora de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SGA), más conocida como ‘banco malo’.

El Ministerio de Economía y el Banco de España afrontan la situación con un objetivo claro, como ya adelantó diarioabierto.es el pasado lunes: evitar más nacionalizaciones de entidades financieras, tras tener que hacerse cargo el Frob con el Banco Financiero y de Ahorros/Bankia, NovaGalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia. En el caso de estas dos últimas entidades, se volverá a sacarlas a subasta una vez que finalice el proceso de reestructuración del sistema financiero, que debe culminar en junio de 2013. Quienes sean los compradores de estas entidades provocará más movimientos de concentración en el sector.
Para ello, necesitan que las fusiones en marcha (Unicaja con Caja España Duero, y Liberbank, Ibercaja y Caja 3 en Libercaja) no se vean frustradas por los exámenes de Oliver Wyman. Algo que parece complicado en el primer caso, y que abocaría a la entidad de ahorro castellanomanchega a la nacionalización. En el segundo, se ha optado por retrasar un mes la celebración de las asambleas generales que debían ratificar la operación, y que inicialmente estaban convocadas para el sábado.
Y también que las entidades más sanas, las que no van a necesitar reforzar su capital ni recurrir a ayudas públicas, se hagan cargo de las más débiles. El BBVA se quedó con Unnim, y CaixaBank con Banca Cívica (Caja Navarra, Cajasol, CajaCanarias y Caja Burgos). Antes, el Popular había absorbido al Pastor, y el Sabadell había logrado la adjudicación de la CAM.
Aunque se ha presentado a todas las subastas organizadas hasta ahora, el Santander es el único de los grandes grupos que se ha quedado hasta ahora al margen del proceso de concentración del sistema financiero español. Y el Gobierno está presionando para que el grupo presidido por Emilio Botín dé el primer paso, una vez se conozcan las cifras de cada entidad el viernes, y con su movimiento provoque un efecto dominó entre sus competidores que acelere las integraciones en la banca española.

España aporta sólo el 12% del beneficio
Aunque no es precisamente el mejor momento para incrementar la cuota de mercado en España, que aporta el 12% de los resultados del grupo Santander, el primer grupo financiero del país (por negocio exclusivamente doméstico gana CaixaBank tras engullir Banca Cívica) va dejando pistas de que hará caso al Gobierno y moverá ficha en el tablero de la concentración de la banca española. Cuenta con una gran baza: su filial Banesto, dedicado exclusivamente al negocio en España.
Su presidente, Emilio Botín, dejo muy claro, y de forma pública, que el grupo estudiará todas las oportunidades de compra que surjan en los mercados en los que opera. Y que no descarta la integración de entidades en España.
Pocos días después, Alfredo Sáenz, vicepresidente segundo y consejero delegado del Santander, daba más detalles en la conferencia para inversores que anualmente organiza Bank of America Merrill Lynch en Londres. “Mientras los bancos débiles cierran oficinas y reducen su balance, para recuperar liquidez y rentabilidad y por las condiciones que pone Europa a las ayudas de Estado, los bancos fuertes serán los ganadores claros”, argumenta. Esas entidades débiles cerrarán hasta 15.000 sucursales, un tercio del total, por lo que su peso en el sector bajará del 17% en 2011 al 14% en 2016.

Adelantarse al BBVA

Los dos grandes grupos bancarios aprovecharán para ganar peso: del 21% al 25% en sucursales, del 23% al 30% en activos. El resultado del proceso es que habrá «menos de diez bancos en España«. Aunque Sáenz no da nombres, la lista estará formada, salvo sorpresas, por Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Popular, Bankia (muy adelgazada respecto a su tamaño actual), Kutxabank, Unicaja, Libercaja y Bankinter.

Sáenz da argumentos favorables a mover ficha en el mercado doméstico. El Santander «está cerca del final del ciclo de elevadas provisiones en España«, por lo que la aportación a los beneficios del grupo aumentará a partir de 2013, gracias también a la captación de clientes y de recursos de la competencia.

Aunque ni Botín ni Sáenz lo digan públicamente, además de las presiones del Gobierno hay otro factor que invita a entrar en el baile definitivo de fusiones: adelantarse a nuevos movimientos del BBVA. El gran competidor, que genera el 16% de sus resultados en España, no se conforma con la digestión de Unnim. Su presidente, Francisco González, consideró, también públicamente, “inevitable” que haga alguna operación más en el mercado nacional. Eso sí, “por el bien de España”.

Tampoco quieren Santander y BBVA facilitar el camino a CaixaBank, el mayor grupo por negocio en España. Siguen las especulaciones sobre una operación con el Popular, que ha reconocido contactos con BMN, pero su presidente, Ángel Ron, no quiere saber nada de ayudas públicas que puedan condicionar la gestión de su grupo. Pero la caja catalana está interesada en NovaGalicia, por su posición de dominio en esta comunidad autónoma. Precisamente lo que más gusta al Santander, junto a la posibilidad de sumar para su capital, y para su consejo de administración, a grandes empresarios gallegos.

El Gobierno catalán quiere que el Sabadell asuma CatalunyaCaixa, para crear una gran entidad financiera local, que sea el contrapeso de Caixabank, que insiste en que su objetivo es iniciar de una vez por todas su diversificación internacional.

La sorpresa puede venir por Kutxabank. La entidad vasca está interesada en crecer en España tras los buenos resultados obtenidos con la integración de CajaSur. Al grupo que preside Mario Fernández le gusta CatalunyaCaixa, pero no haría ascos al Banco de Valencia, o a la compra de activos y carteras de entidades nacionalizadas. O a una fusión con otros grupos de cajas, siempre y cuando llevara el peso de la gestión.

Pero todas las decisiones sobre fusiones e integraciones van a depender de los números que salgan de las pruebas de Oliver Wyman.

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