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Escribí hace algunas semanas un artículo, donde defendía los derechos, desde mi punto de vista de los controladores aéreos. En ese artículo les defendí e hice imcapié en que desempeñan un trabajo nada fácil y que como personas que son, estaban en el derecho de ponerse en huelga.
Pero lo de este fin de semana me ha hecho rectificar (dicen que rectificar es de sabios). Así pues, rectifico: El comportamiento esta vez, de los contorladores aéreos, no me parace, para nada, el adecuado. Han decidido no hacer su trabajo, precisamente, cuando miles de personas se disponían a viajar. Han jugado, o mejor dicho: se la han jugado a personas ilusionadas con unos días de vacaciones, o a gente que sin más, viajaban por un motivo u otro.
Y como siempre, pagamos nosotros. La gente de a pié, trabajadora y que utiliza el avión para pasar unos días cerca de familiares y amigos o simplemente para viajar a una ciudad diferente que nos haga desconectar de todo. Pagamos nosotros, mientras ellos, algunos controladores, acuden a sus puestos de trabajo para sentarse y no hacer nada (les falta reirse sarcasticamente en nuestras caras, aunque en realidad ya lo hacen). Algunos se han dado de baja por enfermedad, sí, habrá un virus en las torres de control y están todos malitos. Tal vez sea eso. Yo creo que les ha picado el bicho de la inconformidad, y que han probado de nuevo suerte ¿si cuela, cuela, no?. Pues no señores, parece que no va a colar esta vez.
Y aeropuertos como Barajas (en Madrid) o el Prat (en Barcelona), estaban atestados de gente que buscaba respuestas, que preguntaban por su vuelo. De gente que esperaba sentada en el suelo una respuesta, o a su avión. Gente con niños. Gente mayor. Gente con la ilusión de un viaje que llevan organizando desde hace varias semanas. Eso han sido los aeropuertos: gente y maletas y dudas e indignación.
¿Qué pretenden conseguir dejando a miles de personas en la estacada?. Tal vez que les odien.
Hoy las redes sociales de Twitter, Facebook, entre otras, estaban repletas de chistes malos acerca de los controladores, y de quejas y de odio hacía ellos. No me extraña.
Y me indigno, porque yo les defendía. Podía entenderles, pero ahora, no les comprendo. No puedo perdonar los problemas que han ocasionado a miles de personas. Y me pregunto qué clase de persona se debe ser, para acogerse a una falsa enfermedad para no acudir a trabajar. Qué clase de persona se debe ser, qué educación tienen que tener, para aún sabiendo que dejaban sin viajar a tantas personas ilusionadas, hayan seguido en sus trece. Me pregunto eso, ¿qué tipo de personas son? ¿qué clase de sentimientos interiores tienen?.
No sé, será que yo soy extrañamente rara y que me lo pensaría muy mucho, no acudir a mi puesto de trabajo de esta manera, y arruinar las vacaciones de tantas personas. Será que yo soy demásiado responsable, o demásiado ilusa. No lo sé.
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Creo que este artículo está hecho partiendo de la desinformación y subjetivismo. Sensacionalismo puro y barato. Infórmate de todo lo que pasó, la mala gestión del gobierno, la guarrada que les hicieron el viernes por la mañana, y a partir de ahí haz el artículo.
Es muy fácil rajar de un colectivo, y más de los trabajadores, y pese a que quizás la cagaron en las maneras no deberíamos ignorar todo lo que hay detrás de dicha acción.
De acuerdo que cobran mucho, esto nadie lo niega, de acuerdo que seguramente gestionaron mal el plante (o huelga, llámalo como quieras) pero lo que es preocupante es la acción de la gente que nos gobierna y de todo el fondo social y económico que hay detrás de ello.
Nadie se pregunta sobre la privatización de los aeropuertos, nadie se pregunta sobre la intención de privatizar la lotería nacional, nadie se pregunta sobre la deuda de la televisión pública, etc.
Creo que sería más útil escribir sobre el por qué de todo lo que está pasando en lugar de opinar sobre lo de este fin de semana. Más útil y más reflexivo, quizás así alguien despierta y dejan de tomarle el pelo.
Buena semana.
Querida amiga cuánta razón una vez mas. Yo tenia programado un viaje que no he podido hacer por el suceso. ¿Quienes son culpables?; los controladores. No hay mas vueltas. Estoy totalmente de acuerdo con tus palabras, nos la han jugado.
Tambien tengo unas palabras para el comentario de Iuiu: deberias informarte antes de soltar aqui este lastre.Mucha gente es la afectada.Respeto ante todo. Un saludo.
Absoluta y totalmente de acuerdo con la autora. Si este artículo está hecho desde la perspectiva de la desinformación y el subjetivismo, las palabras de nuestro lector Iuiu, no son menos. Tu opinión es demagogia pura y dura. De esa que nos ametralla el cerebelo para ablandarnos la sensibilidad y las ideas. Desgraciadamente hay muchas cosas que no funcionan en este país. El abanico de probabilidades para encontrar desperfectos gubernamentales, como «la privatización de los aeropuertos, la lotería nacional, la televisión pública» (cómo bien citas); es tan amplio que no le no le haría competencia justa al mundo de las suposiciones. Pero eso, no es el tema motivo de exposición y crítica.
Me reafirmo, y … lo que se ha vivido estos días roza la mezquindad empática y equitativa, en mi más mera opinión. No hay nada más ínfimo que jugar con las ilusiones y sentimientos de las personas, y englobo: adultos, niños y ancianos. Es por ello que NO a las situaciones y comportamientos que acaban de acontecer en nuestro país.
¿Y qué me dices de mi viaje a Barcelona, con la ilusión que yo tenía? Me dejaron en tierra y la verdad es que no me lo podía creer, pero sí, lo único que hice en el ¡¡¡¡¡¡puente!!!!!! fueron dos excursiones al aeropuerto. ¡Y encima, parece ser que me va a costar un montón de trabajo que me devuelvan el viaje de vuelta!
Totalmente con Iuiu. Espabila chica que esto es más que juntar palabras.