Casi un 911 a escala. Así es el Cayman que, si bien mantiene un innegable parecido con su antecesor, acaba de ser desvelado en el Salón de Los Ángeles completamente nuevo. Como siempre, guarda enormes paralelismos técnicos con el Roadster descapotable Boxster, que hace poco se actualizaba del todo.

Así, y como aquel, el nuevo Cayman luce una batalla o distancia entre ejes superior, algo que también sucede en la vía delantera. Sin embargo, es 30 kg más ligero, lo que le permite mejorar prestaciones y, sobre todo, eficiencia.

Dos opciones de motor

El Cayman de nueva generación hereda los motores bóxer (cilindros opuestos) de la anterior entrega, convenientemente actualizados: un 2.7 de 6 cilindros que ahora da 275 CV, y un 3.6 que fija 325 CV (antes 265 y 320 CV respectivamente), el último para la variante Cayman S.

Estas motorizaciones se asocian a una caja de cambios de 6 relaciones que derivan la fuerza a las ruedas traseras (propulsión). Ya como extra, podrán solicitarse ligados a un cambio automático y secuencial de doble embrague PDK, una maravilla por lo visto en otros modelos de la marca y que apuntala las prestaciones y la mejora de consumos de estos vehículos. Para hacerse a la idea, con cambio PDK el Cayman baja de 9,1 a 7,7 l/100 km de promedio homologado.