La nueva vida de Blaise

19/12/2012

@Luciamartin. A veces no somos conscientes de lo que un simple gesto puede suponer en la vida de algunas personas. Esta es la historia de Blaise, un niño de Burkina Faso que solo quiere estudiar. Más bien, esta es la “nueva” historia de Blaise.

Llámenle milagro si quieren. O suerte. O buena noticia, que andamos muy escasos de ellas últimamente. Suceden cosas en la vida que te reconcilian con la humanidad, porque, no nos engañemos, a pesar de los titulares y de la omnipresente crisis, suceden cosas buenas, muchas, a diario, aunque a menudo no pasan el tamiz de los medios. A veces, nosotros, occidentales afortunados por mucho que haya desgracias con la crisis, que las hay, conseguimos relativizar la situación y echamos un vistazo a nuestro alrededor, más allá de nuestras fronteras. Y somos solidarios, a pesar de nuestras dificultades económicas, con aquellos que viven en situación de crisis permanente.

Blaise, en el hospital

Blaise, en el hospital

Hace unas semanas publicábamos la historia de Blaise, un niño de Burkina Faso que se había visto obligado a vivir en la calle tras que sus padres le echaran de casa por una hernia en los testículos que ellos interpretaban como signo de brujería.

Este niño tenía que ser operado de la hernia para poder hacer vida normal y acudir a la escuela, una de las cosas que más le gustan, junto con jugar al balón, claro está. ¿El problema? El dinero, como en muchos otros sitios: se necesitaban unos 600 euros para cubrir el coste de la operación y, ¿quién tiene 600 euros en un país que está entre los más pobres del mundo?

Pero vayamos con el milagro o con la buena noticia, según gusten. Apenas media hora después de que el artículo fuese publicado, un donante ingresó los 600 euros necesarios para la operación de Blaise. No sólo eso: el llamamiento tuvo tal éxito que no dejaba de llegar dinero a la cuenta habilitada para ello. De esta forma, se pudo comprar ropa a Blaise (que no tenía más que lo puesto) y destinar parte de las cantidades a que su futuro sea mejor de lo que estaba resultando ser su presente.

Blaise sonríe después de ser operado

Blaise sonríe después de ser operado

Blaise fue operado hace unas semanas en el hospital de Gaoua, gracias a la solidaridad de muchas personas. La operación duró más de lo previsto (unas tres horas) y hubo alguna que otra dificultad que le obligaron a pasar por el quirófano al día siguiente.

Afortunadamente, el niño se recupera bien y ya ha dejado el hospital, pasando a vivir con su tía, quien se encargará de él a partir de ahora.

Sí, los milagros existen. Y Blaise, desde ese bonito país llamado Burkina Faso, os da las gracias por contribuir a que los milagros existan.

 

 

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