En primer lugar, el inevitable mensaje político. El consejero delegado del BBVA, Carlos Torres, reclama en la presentación de los resultados semestrales un Gobierno estable «cuanto antes» y evitar «cualquier demora» y la celebración de unas terceras elecciones generales por  la incertidumbre que generaría en la economía española. «Lo mejor para el país es un Gobierno estable cuanto antes. Si hay terceras elecciones, sería algo negativo por la incertidumbre y la falta de claridad», argumenta Torres.

«Es muy imortante que se forme un Gobierno pronto para tomar decisiones que no se pueden demorar», y pide profundizar en las reformas estructurales. Torres cree la incertidumbre política está retrasando inversiones.

Ya entrando en materia, el consejero delegado del BBVA descarta un ERE en España más allá del ajuste de plantilla ejecutado con motivo de la integración de Catalunya Banc, pero reconoce «medidas adicionales» en todos los países en los que opera el grupo para controlar costes y ganar eficiencia ante la automatización de los procesos.

Torres precisa que estas medidas no implican necesariamente reducción de plantilla, pero las salidas de personal en el grupo se mantendrán como en los últimos tres años, unos 12.000 empleados al año. «La eficiencia es una prioridad, y lo seguirá siendo», argumenta. «Pondremos especialmente el foco en los costes«, ante los bajos tipos, el deterioro de los márgenes, y el escaso crecimiento del negocio en España y en EEUU.

El BBVA está acelerando el plan de ajuste por CX, que supone cerrar unas 400 oficinas en septiembre y la salida de 1.700 empleados antes del final de este año, según la responsable de BBVA España, Cristina de Parias. Y adelantará los ahorrros de coste de 200 millones de euros de 2018 a 2017.

En este sentido, UGT pide al BBVA que valore el “esfuerzo laboral soportado” por la plantilla y que se lleve a cabo un proceso de adaptación “flexible, no traumático” del acuerdo laboral alcanzado que se hará efectivo el 9 de septiembre. medidas de carácter voluntario y prejubilaciones.

Mantenimiento del dividendo

Torres resta importancia a los cambios en la cúpula del banco recientemente anunciados y defiende que responden a una idea de «mayor agilidad» en gestion y de buscar eficiencia. Y pide no interpretarlos como que el consejero delegado gana más poder dentro del grupo.

Pese a la caída del beneficio del 33,6% en la primera mitad de este año, el director financiero del BBVA, Jaime Sáenz de Tejada, confirma la intención de pagar este año dos dividendos en ‘cash’ y otros dos en acciones. Y garantiza el mantenimiento de la política de retribución al accionista este año y «sucesivos». El BBVA espera terminar el año con unos beneficios de 3.600 millones.

El consejero delegado, Carlos Torres, asegura que el BBVA sigue cobrando a las empresas por sus depósitos ante el contexto de tipos negativos y la previsión de que se mantengan en esos niveles durante «bastante tiempo». La entidad cobra entre 15 puntos básicos y 20 puntos básicos, sobre todo a grandes empresas y fondos institucionales.

Torres reafirma el compromiso «a largo plazo» de la entidad con Turquía y limita un impacto en el negocio del banco a «efectos coyunturales», como un repunte de la morosidad y la caída de la actividad tras el golpe de Estado fallido. «Nada cambia», porque el mercado turco es «muy sólido» en economía y en regulación del sistema financiero.

Jaime Sáenz de Tejada garantiza que la cuenta del banco está «cubierta» ante eventuales devaluaciones de la lira turca, y estima un impacto de unos 15 puntos básicos sobre el capital si la agencia de calificación Moody’s decide rebajar el ‘rating’ soberano de Turquía ante la inestabilidad política.

Torres califica de «buena noticia» el fracaso del golpe de Estado «tan pronto» y el apoyo de los principales partidos políticos del país a la democracia. Y niega que la entidad mantenga un contacto directo con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. «Tenemos que ver cómo se normaliza la situación», zanja el consejero delegado del BBVA.