Aunque públicamente afirmen que no van a “malvender” entidades financieras nacionalizadas, a los responsables del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) les preocupa, y mucho, que éstas no susciten interés comprador. CatalunyaCaixa sí genera ofertas, aunque todavía se encuentran en la fase inicial no vinculante, de los bancos Santander, BBVA y Sabadell, entre otras. Por la participación del Frob en el Banco Gallego, el 49,8% en manos del nacionalizado NCG Banco, han mostrado cierto interés Sabadell, KutxaBank, CaixaBank y el portugués Banco Espírito Santo (BES). Aunque la valoración económica negativa en 150 millones de euros realizada por el Frob basándose en informes de tres tasadores independientes no ayuda a incrementar el atractivo del Banco Gallego.

Precisamente esa valoración económica negativa es el principal quebradero de cabeza del Frob respecto a Banco Ceiss, que ha heredado el negocio financiero de la fusión, impuesta por la Junta de Comunidades de Castilla y León en contra del criterio del Banco de España, entre Caja España y Caja Duero. Son 288 millones de euros de lo que coloquialmente se denomina como ‘agujero’.

En este contexto, el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha aprovechado un encuentro en León con empresarios de la región para hacer un favor al Frob y animar una posible subasta por Caja España Duero, si finalmente Unicaja rechaza hacerse cargo de la entidad y hay que nacionalizarla. Oliu ha anunciado que el Sabadell «contemplará« la adquisición de Caja España Duero si es sacado a subasta por el Frob.

Esa postura pública del Sabadell supone también una presión indirecta a Unicaja, para que se deje de dudas y afronte finalmente la integración de Caja España Duero, que lleva atascada dos interminables años. El Frob prefiere esta solución, porque una subasta de Caja España Duero entorpece los esfuerzos para vender CatalunyaCaixa y el Banco Gallego.

Los tiempos de la reestructuración

Oliu reconoce públicamente que lo que le pide el cuerpo es «no hacer ninguna operación corporativa«, ya que el Sabadell está enfrascado en la integración del Banco CAM y de la red de sucursales y del negocio de BMN en Cataluña y Aragón, procedente de Caixa Penedés. El grupo, además, está preparando a medio plazo una nueva fase de expansión internacional del grupo, con la vista puesta en Estados Unidos, México y algún país de América Latina. Pero también asume que la reestructuración bancaria «tiene sus propios tiempos«, y que éstos “se imponen” a los del Sabadell. Por eso el banco está interesado en CatalunyaCaixa y en el Banco Gallego, y no cierra la puerta a más operaciones.

Por tanto, si hay subasta, los gestores del Sabadell «analizarán» la adquisición de Caja España Duero «con un sesgo más favorable”. Oliu, en cambio, no ve tan clara una opción como la integración diseñada entre Unicaja y la entidad castellanoleonesa. El Sabadell prefiere absorciones. Eso sí, siempre tras una subasta.