Los trabajadores de Tragsa y Tragsatec desconvocaron este lunes la huelga prevista para el martes 12 de noviembre después de que la dirección aceptara reducir el número de despidos previstos en el grupo de empresas de titularidad pública. En el caso de Tragsatec, la nueva cifra de extinciones de contrato previstas en el expediente de regulación de empleo (ERE) es de 420 despidos, lo que supone algo más de la mitad respecto a los 803 despidos previstos inicialmente.

Los sindicatos con representación en Tragsa y en su filial Tragsatec decidieron este lunes desconvocar el paro previsto en las empresas propiedad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para el martes 12 de noviembre, informaron en fuentes sindicales a diario abierto.

La desconvocatoria de la huelga se produce después de la reunión en la tarde del lunes en el Servicio de Intermediación y Arbitraje (SIMA) entre la dirección de la empresa y los representantes sindicales.

En el caso de Tragsatec, la empresa ha puesto sobre la mesa una nueva cifra con 420 despidos, después de que el viernes pasado aceptara reducir a 610 extinciones la cifra de 803 prevista inicialmente.

Este martes está prevista una nueva reunión en el cual la empresa ofrecerá un cálculo de la rebaja de complementos a que someterá a sus directivos, así como su traducción en puestos de trabajo que pueden salvarse del despido, según informó a este diario el representante de la sección sindical de CCOO en Tragsatec, Claudio Landeira.

El miércoles, los sindicatos presentarán en una nueva reunión sus propuestas en cuanto a las condiciones de flexibilidad interna que demanda la dirección. Según Landeira, los sindicatos confían que la dirección presente ese día una nueva reducción en el número de despidos.

El objetivo de los sindicatos es que la empresa rebaje su propuesta de despidos hasta cero. En caso contrario, las centrales no descartan nuevas movilizaciones, añadieron.

Corrigen la radiografía económica de la empresa

La dirección ha aceptado también algunas de las exigencias de los empleados, según estas fuentes. En concreto se ha rebajado hasta 11 millones la previsión de pérdidas, desde los iniciales 17 millones. Una modificación que, según calculaban los sindicatos, supone salvar 170 empleos.

Por su parte, la dirección exige también concesiones a los trabajadores. En concreto se pretende aprobar “una batería de medidas adicionales de flexibilidad laboral”, afirman desde CCOO. Esto incluye que el personal acepte una horquilla más amplia de cambios voluntarios de tarea (la llamada movilidad funcional). También se piden reducciones progresivas de retribuciones y reducciones de jornada.

La rama de servicios de CCOO, Comfia, considera que se abre un “nuevo escenario de diálogo” en Tragsa y Tragsatec, gracias al “éxito” de la huelga del pasado 7 de noviembre. Aun así, estas fuentes consideran “insuficientes” las medidas planteadas por la empresa. Y reclaman aspectos de vital importancia como complementos “injustificados”, el fin o la reducción de las primas a los directivos (las llamadas DPO), así como una reducción por parte de la dirección de la cantidad que se pretende ahorrar con medidas como el ERE.