Los precios subieron el 0,2 por ciento en noviembre respecto a doce meses atrás. Un dato que, según UGT, refleja “claramente” la situación de “debilidad” de la economía española marcada por la falta de demanda interna, de consumo y de inversión, afirmó el secretario de acción sindical del sindicato, Toni Ferrer.

Según el sindicato, el frenazo de los precios se apoya “en exclusiva” sobre los hombros de los asalariados. Para ello esgrimen un dato. Y es que, mientras la remuneración de estos empleados cae un 3,6 por ciento en el último trimestre; los beneficios empresariales y las rentas mixtas que conforman el excedente empresarial, crecen un 1,8 por ciento.

“La moderación de los precios está siendo soportada en exclusiva por los trabajadores”, insiste Ferrer.

Pero aún hay más. Según el último dato de inflación, los precios crecieron un 0,2 por ciento en noviembre respecto al año pasado. Un dato que le está valiendo al Gobierno para sostener la presunta ganancia de poder adquisitivo de las pensiones, después de la subida del 1 o 2 por ciento de enero, en función de su cuantía.

Sin embargo, justifican desde UGT, no es esta la única manera de medir la inflación. Si, en cambio, se miden la evolución de los precios según la inflación media, entonce la tasa de noviembre se dispara hasta el 1,5 por ciento. En conclusión, esta forma de medir la inflación -que se aproxima más al reflejo real de lo que sucede con los precios, según algunos expertos- implica que un 25 por ciento de los pensionistas, aquellos que ganan más de 1.000 euros, estén perdiendo poder adquisitivo.

Y esta pérdida de poder adquisitivo se amplía si se tienen en cuenta los ingresos de los dos últimos años, tras la congelación de las pensiones de 2012.

En esta línea, CCOO también cree que es “más correcto” utilizar la inflación media de los últimos 12 meses para medir el efecto real sobre el poder de compra (de noviembre a noviembre) que se sitúa en el 1,3 por ciento y no solo el último dato interanual.

En consecuencia, este dato de la inflación media implica un aumento de siete décimas del poder de compra de las pensiones de menos de mil euros y una pérdida de tres décimas en las pensiones de más de mil euros, con un aumento agregado de 0,4 por ciento del poder de compra de las pensiones una vez ponderado el peso de las diferentes pensiones.

La erosión de poder de compra se amplía además en el caso de los asalariados. Según lo pactado en convenio, el alza salarial media se limita al 0,6 por ciento.

Para el sindicato, la erosión en el poder adquisitivo de jubilados y asalariados podría evitarse si el Gobierno cambia de orientación a su política. Por ello UGT ha exigido un cambio de orientación en la política económica que se centre en recuperar la actividad. “Es necesario estimular el consumo, la inversión y el papel de los salarios y las pensiones, que es determinante”, defienden.

“Por eso exigimos al Gobierno que retire la reforma de las pensiones, que supone nuevos recortes y que dignifique el SMI para 2014 en la línea progresiva y modulada de alcanzar el 60 por ciento del salario medio neto que fija la Carta Social Europea” ha finalizado.