Aunque Mercedes-Benz habla de un todocamino, e incluso distribuye fotos con el nuevo GLA formando parte de su familia SUV y 4×4, lo cierto es que cuesta considerarlo como un modelo de este tipo al uso.

Es verdad que el resto de marcas también los denomina así aunque la mayoría de ventas se centren en versiones de 2 ruedas motrices, pero también que en otros casos, al menos, el coche es más alto y disponemos de una visión hacia delante mejor que en una berlina tradicional, cualidad que no se da en el nuevo GLA. Cierto, lo hay de tracción total, pero parece probable que, como en casos similares, al final la mayoría se decante por las de tracción delantera, menos potentes y más asequibles.

Una vez mostradas nuestras dudas sobre qué es el nuevo GLA, hay que reconocer que es un Mercedes en toda regla, de aspecto moderno y poderoso, de frontal similar al del Clase A. Con él comparte prácticamente todo salvo una altura levemente superior aunque, como he comentado, no nos servirá para ver por encima del coche que nos precede.

También tiene un maletero bastante mayor. Ahí puede radicar una de sus virtudes respecto a su «hermano», pues dentro el espacio, tanto para piernas como para hombros y cabeza, es similar.

También, y de ahí viene su probable denominación como todocamino, la posibilidad de tracción 4×4 y, si se pide y paga aparte, un paquete offroad que aumenta la altura libre al suelo 30 mm para circular por pistas en mal estado e incluso meterse por alguna trialera sin excesivas complicaciones, como pudimos comprobar en la presentación por tierras granadinas.

Eso si, la impresión que da al conducirlo es que tal vez sea más cómodo que el Clase A, donde las suspensiones tienden a duras. Como el resto de modelos de la marca, conducirlo es fácil. Un compañero de profesión describía con acierto que se «conduce con 2 dedos».

Además, el interior está bien rematado, con materiales agradables a la vista  y el tacto; y todos sus mandos quedan a mano. Es verdad que en la presentación los coches iban «hasta arriba» de equipamiento, pero Mercedes ya no es lo que era cuando hacía pagar hasta por los elevalunas. Ahora hay extras, como la apertura eléctrica del maletero, sin los que se puede vivir sin perder calidad de vida.

Gasolina o diésel

El nuevo GLA se va a vender, en principio, con 2 variantes diésel CDI y otras tantas gasolina que llevan asociadas cajas de cambio manuales o, en opción, automáticas de doble embrague con tracciones delantera o 4Matic.

Sobre diésel, hay un GLA 200 CDI de 136 CV, tal vez algo corto si vamos muy cargados, y un GLA 220 CDI de 170 CV que va de maravilla; en ambos la tracción es delantera y el cambio manual, con opción a tracción 4Matic y a cambio de doble embrague 7G DCT. El primero exige 4,3 l/100 km y el segundo, 4,4.

Y en gasolina, el GLA 200 da 156 CV a cambio de 5,9 l/100 km, mientras el GLA 250 de 211 CV exige 6 litros cada 100 km recorridos, Como en los CDI, la tracción 4Matic es opcional, con la caja automática de serie para el más potente. Más adelante aterrizará un GLA 45 AMG de 360 CV, que acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y arroja un combinado de 7,5 l/100 km.

Toda la tecnología disponible

El GLA de Mercedes-Benz puede disponer de todos los avances tecnológicos de la marca, y son muchos. De serie o como opción, ofrece alerta por cansancio, sistema preventivo ante accidentes Pre-Safe, Parktronic (casi aparca y desaparca el coche automáticamente, e incorpora cámaras de supervisión que cubren 360º) y sistemas de asistencia Distronic Plus, Pre-Safe, control activo del ángulo muerto y detector activo de cambio de carril.