La nueva Volvo, tras su venta por Ford a los chinos de Geely, acaba de presentar su última y más innovadora creación, el nuevo SUV XC90. Un vehículo que ya revolucionó a la compañía hace doce años y que ahora, una vez desligada por completo del fabricante del óvalo, vuelve a escena con un diseño poderoso y toda la tecnología que la marca es capaz de producir en estos momentos.

Exteriormente, el nuevo tococamino XC90 ha crecido, y se nota: es enorme y más cúbico, lo que ha posibilitado mejorar la opción de los siete asientos, muy demandada y práctica, pues los dos últimos, independientes y escamoteables bajo el piso, sirven para algo más que para pequeños viajes acomodando ahí a niños.

Frontalmente, el XC90 del siglo XXI es más elegante. Su nueva parrilla (y emblema) está bien definida bajo un sencillo capó de hombros tendidos con grupos ópticos en los extremos en forma de «T».

En cuanto al lateral, se notan los centímetros extra: ahora mide 4,95 metros de largo. Con todo, es la vista más anodina, pues la trasera también es más cuadrada y generosa de proporciones, con pilotos que Volvo define de tipo de tatuaje.

Interior de lujo

Aún disfrutando de un novedoso exterior, donde más se aprecian las mejoras (y realmente son un acierto) es en el interior. La evolución mostrada habla de un cambio de mentalidad en busca de un refinamiento que ya tenía la anterior generación, pero que en ésta aumenta significativamente con un diseño elegante a la vez que sencillo, sin estridencias, con materiales que al tacto y la vista sorprenden por calidad. En el salpicadero prácticamente han desaparecido los botones y todo se manejará desde una pantalla con la forma que una tablet en vertical.

La piel que cubre prácticamente todo es muy agradable al tacto, y salvo algunas combinaciones de colores claros clara herencia del diseño sueco que en nuestro país tal vez desentonen un poco, todo está bien conjuntado.

Motores de última generación

El nuevo XC90 va a acabar con los motores de seis y ocho cilindros conocidos hasta ahora: solo los lleva de cuatro, pero bien aprovechados, sin mermas de potencia y con consumos menores.

Incluso habrá una versión enchufable plug-in hybrid denominada T8 Twin Engine, con 400 CV gracias a sus dos motores: uno de gasolina convencional con súper compresor y turbo de 320 CV, y otro eléctrico de 80 CV que junto al anterior libera 640 Nm. Con éste y en modo eléctrico el nuevo XC90 T8 será capaz de recorrer, sin ningún gasto de gasolina, cerca de 40 km en absoluto silencio y sin emisiones directas.

Seguridad máxima

Como no podía ser de otra forma al hablar de Volvo, su nuevo buque insignia estrena sistemas de seguridad muy interesantes englobados en el paquete City Safe y que permitirán, como explicó el presidente de la marca, que «en 2020 nadie resulte muerto o herido de gravedad en un Volvo nuevo».

Un sistema por si nos salgamos de la carretera y otro más innovador capaz de frenar el coche en cruces: con él, el nuevo XC90 puede detectar tanto a vehículos de nuestro entorno como a ciclistas o peatones que se encuentren dentro de su campo de acción.