Fátima Báñez, ministra de Empleo, se aferró hoy martes a su ‘tarifa plana’ a la Seguridad Social, y desoyó el consejo de la OCDE, cuyas recomendaciones se centran en una bajada selectiva de esas cuotas que beneficie a los trabajadores peor pagados, el grueso de los desempleados. La ministra desoye de esta manera las críticas por parte de la OCDE a su ‘tarifa plana’, una reducción lineal de cuotas que, asegura, no incentivará la contratación a largo plazo ni la inversión, y que beneficia en mayor grado los contratos de los trabajadores mejor pagados.

Báñez, que participa en una reunión ministerial del G-20, afirmó que el Ejecutivo ha bajado “de forma sustancial” las cotizaciones a la Seguridad Social. Con estas respuesta, la titular de Empleo trató de zafarse de las críticas de la OCDE, el club de países más ricos, que considera que el Gobierno ha actuado con “pasividad” a la hora de enfrentarse al problema del paro, según asegura un informe presentado este lunes en Madrid por el responsable de la organización, Ángel Gurría, y el ministro de Economía español, Luis de Guindos.

Báñez ha detallado que el Ejecutivo ha impulsado ya la reforma de las políticas activas de empleo que le exige la OCDE. Esta reforma, avanzada la pasada semana, persigue mejorar la atención que reciben los desempleados, y acelerar su transición al empleo. Una tarea compleja a juzgar por el plazo marcado por los objetivos contenidos en la Estrategia de Activación 2014-2016, presentada recientemente. Y que sitúa en el largo plazo el objetivo de que los desempleados reciban atención personalizada, según informó diarioabierto.es.

Fue la propia Báñez quien hoy recordó el contenido de la Estrategia de Activación, que plantea cambios sustanciales en los servicios públicos de empleo, y que abre la puerta a las agencias privadas de colocación; además de vincular el cobro de subsidios de paro con la formación, tratando de aunar la acción de las distintas Administraciones con competencias en la materia; la central, en el pago de subsidios; y las autonómicas, en la gestión de la formación y otras políticas activas.

La reforma de las políticas de empleo se sostiene además sobre otra pata, según recordó la ministra. El Gobierno ha abierto la impartición de cursos para parados y ocupados a la competencia. Este año los fondos de formación se han repartido ya al 60% según criterio de libre concurrencia. Y el año que viene será el 100% de las ayudas las que se repartan así.

Críticas a la ‘tarifa plana’

La OCDE prefiere que el Gobierno reduzca las cotizaciones sociales de los trabajadores peor pagados, una apuesta radicalmente distinta a la ‘tarifa plana’ de Báñez. En compensación, la organización internacional propone finalmente equilibrar la bajada de ingresos de la Seguridad Social con un aumento del IVA, y una financiación extra por parte del Estado.

En cambio, Báñez, que ha viajado a Melbourne para participar en una reunion de ministros de trabajo del G-20, ha esgrimido hoy el apoyo de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien ayer lunes dijo que España es el único país que progresa en las reformas estructurales, y que estas están comenzando a dar fruto, dijo, citando expresamente la reforma del mercado de trabajo.

El apoyo del FMI choca con las críticas de la OCDE, muy critica con la ‘tarifa plana‘ a la Seguridad Social, que rebaja a 100 euros la cotización empresarial por contingencias comunes por espacio de dos años de todos los trabajadores contratados de forma indefinida, independientemente de su salario. Una medida regresiva, según la organización, y que perjudica a los trabajadores peor pagados.

Según la OCDE, España necesita esfuerzos en materia de políticas de activación, así como en el ámbito educativo, de inversión en I+D y de impuesto a la actividad emprendedora. Finalmente, la organización defendió la moderación salarial, y dijo que ahora los salarios solo pueden aumentar si van ligados a aumentos permanentes de la productividad.