El nuevo BMW Serie 3 Hybrid Plug-in, de momento en fase prototipo con unidades de pruebas camufladas en ensayos dinámicos (sobre estas líneas), combina un motor de gasolina de cuatro cilindros turbo y otro eléctrico para arrojar un total de 245 CV y aproximadamente 400 Nm de par máximo. Sus propulsores actúan de forma conjunta o separada sobre las ruedas traseras, según las condiciones de marcha, la carga y la exigencia sobre el acelerador, a través de una transmisión automática de ocho relaciones.

La mecánica eléctrica cuenta con una batería de ión litio que, sobre el papel, autoriza al modelo a circular 35 km seguidos sin emisiones o bien llegar a un tope más o menos puntual de 120 km/h. El coche exige un promedio de 2 l/100 km.

Puede ir además en posiciones Confort (acciona el motor eléctrico sin más), Sport, Eco Pro, Max eDrive y Save Battery (mantiene al menos la mitad de la carga de la batería para una utilización posterior).

Para optimizar la eficiencia, el sistema híbrido valora la información facilitada por el equipo de navegación, teniendo así en cuenta la orografía del terreno que el coche encontrará frente así o el tráfico para ajustar el funcionamiento de sus propulsores y la demanda y recarga puntual (frenada regenerativa) de la batería.