Comisiones Obreras (CCOO) ha firmado un incremento salarial del 0,8% para 2015 en el sector de oficinas y despachos de Cataluña, que cuenta con 250.000 empleados, según informa el sindicato. El pacto, ratificado el pasado 12 de junio, incluye la revisión salarial mediante cláusulas de salvaguarda en caso de que la inflación supere ciertos límites, en línea con el tercer Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) firmado recientemente por patronal y sindicatos.

El aumento pactado ha sido finalmente del 0,8%, con una cláusula de revisión “en los términos pactados” por Cándido Méndez, de UGT; Ignacio Fernández Toxo, de CCOO; y Juan Rosell y Antonio Garamendi, de CEOE y Cepyme, respectivamente.

En este acuerdo estatal, el incremento salarial se situó en hasta el 1% para 2015, y en hasta el 1,5% para 2016, con una cláusula de revisión salarial que se activará a finales de 2016 en caso de que la inflación –hoy en terreno negativo– supere de forma acumulada el tope del 2,5% entre ambos años. El alza correspondiente a 2017 se decidirá durante el primer trimestre de ese año, en función de variables como la marcha del PIB y las previsiones del Gobierno.

CCOO ha valorado “positivamente” el acuerdo alcanzado en Cataluña y ha señalado la “necesidad” de actuar sobre los salarios con la referencia del índice de precios de consumo (IPC). Gracias al acuerdo, añadieron, los empleados de un sector muy atomizado, donde predominan las microempresas, verán “garantizado” su poder adquisitivo.

Las actividades incluidas en este convenio son las agencias de colocación, despachos profesionales, empresas de importación y exportación, corredores de comercio, graduados sociales, colegios profesionales, fundaciones, oficinas de gestión de empresas, oficinas de cámara de comercio, organizaciones políticas, sindicales empresariales y no gubernamentales, asociaciones, organización de ferias, exposiciones y congresos, entre otras.

Aunque el acuerdo incluye estas cláusulas de salvaguarda, los empresarios confían en que sus efectos nunca se dejen notar en los salarios. Según explicó recientemente Jordi García Viña, el muñidor del acuerdo estatal, la patronal prevé abandonar el IPC como referencia de indexación de los salarios a la finalización del pacto, en 2017.