Todavía no tienen la fecha decidida. Pero no pueden aguantar más. Los sindicatos han lanzado hoy un ultimátum a la patronal CEOE para cerrar de una vez el pacto salarial de este año, al filo del mes de mayo. Los sindicatos, que preparan sus movilizaciones con ocasión de la Fiesta del Trabajo, exigen que ese pacto recoja unas cláusulas que garanticen el poder de los salarios frente al desgaste de la inflación.

De “negociación surrealista” tildaron el diálogo con CEOE los máximos líderes sindicales en España, Ignacio Fernández Toxo, por CCOO, y Pepe Álvarez, de UGT. Ambos dirigentes, el primero en la recta de salida, pues renuncia a presentarse a la reelección al frente de su sindicato, mantienen desde hace meses un ten con ten con la patronal, CEOE y Cepyme, y con sus respectivos líderes Juan Rosell y Antonio Garamendi. La discusión se centra en los salarios.

Fijarán una fecha límite

Toxo y Álvarez anunciaron hoy que pronto fijarán una fecha límite, traspasada la cual los sindicatos darán por rota la negociación, y se levantarán de la mesa donde se negocia el acuerdo salarial para 2017, el llamado Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC III).

Además los sindicatos, que hoy presentaron su programa de celebración del próximo Primero de Mayo – fiesta internacional del Trabajo – lanzaron a los empresarios una propuesta. Dado lo avanzado del año, y lo homogéneo del período que se abre, CCOO y UGT proponen a los empresarios firmar un acuerdo por dos años, y no por uno, como anteriormente se había fijado.

Sin embargo, los sindicatos rechazan que los médicos de las Mutuas puedan dar el alta en algunos casos de enfermedad común – traumatología –, como proponen los patronos, y piden, en relación a los salarios, que el pacto incluya unas cláusulas de salvaguarda, que preserven el poder adquisitivo de estas rentas de los vaivenes de la inflación.

Comisiones Obreras “no va a llegar” a su congreso confederal, que se celebrará del 29 de junio al 1 de julio, con la mesa de negociación abierta, advirtió Toxo. “Los salarios tienen que ganar poder adquisitivo, y tiene que garantizarse con una cláusula que así lo asegure”, añadió. “Un acuerdo a dos años tiene todo el sentido en la actual coyuntura”, apoyó Álvarez.

El peligro de la conflictividad

En caso de no firmarse el acuerdo, las mesas de negociación carecerían de una referencia para fijar el alza salarial en 2017, una situación inédita desde el año 2010, y que ha permitido en ese período moderar los avances salariales, pagar las empresas sus deudas, y ganar competitividad y en muchos casos cuota de mercado, tanto en España como en el exterior.

Por eso los empresarios son los primeros interesados en fijar una cifra que guíe el rumbo de las negociaciones en empresas y sectores. De ahí que hace unas semanas, aumentaran su oferta de incremento salarial, fijando un suelo del 1% – y renunciando por tanto a nuevas congelaciones salariales – y con un techo del 2%, más un 0,5% adicional en función de objetivos.

Para los sindicatos, que piden incrementos del 1,8% al 3%, esto no es suficiente. Les preocupa especialmente el repunte de la inflación, situada en el 2,3%, tras varios meses en el 3%. Y piden por ello cláusulas que aseguren a los asalariados una ganancia de poder adquisitivo, independientemente de cómo se comporten los precios.

En caso de no firmarse el acuerdo, la negociación de centenares de convenios se volverá más conflictiva, advirtieron hoy. “La patronal tiene que ser consciente de que los días pasan, los convenios están sin firmar y de que la conflictividad subirá si vamos a una negociación sin un acuerdo marco”, avisó el líder de UGT.

Día del Trabajo

Por ello, el próximo lunes las centrales aprovecharán la celebración del Día del Trabajo para recordar a los patronos la necesidad de incrementar los salarios, tras varios años de devaluación. Con 73 actos reivindicativos en toda España, UGT y CCOO demandarán además que se dé marcha atrás a la última reforma de las pensiones, por su efecto devaluador de estas rentas, y apostarán por el binomio negociación-movilización para defender su posición en los varios frentes abiertos. Todo ello bajo el lema “No hay excusas, a la calle” que presidirá la celebración.