Laura Delgado, directiva de la consultora internacional Ayming, impartió la semana pasada en Segovia un taller práctico dirigido a los responsables de las 41 diputaciones españolas, con el fin explicarles cuáles son las ayudas existentes y las políticas más efectivas para llevar a cabo sus proyectos de innovación. Delgado centró su intervención en uno de los instrumentos de fomento de la innovación más efectivos para estas organizaciones públicas: la Compra Pública Innovadora (CPI). El taller tuvo lugar durante el Congreso Internacional de Alcaldes & Innovación, organizado por la Fundación Cotec para la Innovación.

Foto: ‘Catedral de segovia’, por Oleg, modificada (CC BY 2.0).

Mientras las diputaciones podrán realizar compras inteligentes, adaptadas a su realidad, a su estrategia y a su presupuesto, el impacto de la CPI en el progreso tecnológico español puede ser enorme, dado que “las empresas licitadoras podrán hacer una apuesta tecnológica sabiendo de antemano que cuentan con un cliente como las Administraciones Públicas (AAPP), asegurando sus ventas y reduciendo así el riesgo de la inversión en innovación y desarrollo”, según sostenía ante los asistentes al taller Laura Delgaco, que es directora general de consultoría innovadora para el sur de Europa, Latinoaméica y China de Ayming. Delgado recordaba a los asistentes que “el objetivo del Gobierno es que un 3% de la licitación pública sea innovadora, apoyando así que la economía española se base cada vez más en el conocimiento”. Se trata, por tanto, de una actuación administrativa de fomento de la contratación pública con pymes, emprendedores y resto de empresas que realicen una apuesta tecnológica. Es un contrato que la entidad pública pone a concurso, a fin de satisfacer una necesidad no cubierta, mediante una solución innovadora.

“Los gestores de las diputaciones suelen prestar más atención a los beneficios a corto plazo de las compras que realizan”, advertía Delgado. Y añadía: “Con la CPI se les brinda la oportunidad de contemplar también qué porcentaje de compras van a necesitar a futuro”.

“Este uso estratégico de la contratación pública para favorecer la innovación, supone una nueva forma de compra por parte de las AAPP. Hasta ahora se fomentaba la innovación desde la oferta, es decir, las empresas contaban sus proyectos y algunas recibían para ello financiación del Estado. Con la CPI se fomenta que las AAPP realicen una compra inteligente, mejorando sus necesidades o servicios a través de la I+D+i, al tiempo que fomentan la innovación empresarial. La CPI es por tanto una clara oportunidad para crear valor, empleo estable y de calidad”, explicaba Delgado. “Además, su impacto en el progreso tecnológico español puede ser enorme, pues las empresas podrían hacer una apuesta tecnológica sabiendo de antemano que cuentan con un cliente como es la Administración Pública,  reduciendo así el riesgo de la inversión en I+D», comentaba.

Sanidad, energía, agua y tecnologías de la información son los sectores que pueden verse más favorecidos por la CPI, gracias a la cual las AAPP podrán adquirir productos y servicios bajo dos modalidades diferentes:
♦ La Compra Pública de Tecnología Innovadora (CPTI). Consiste en la adquisición pública de un bien o servicio que no existe en el momento de la compra, pero se puede desarrollar en un periodo de tiempo razonable.
♦ La Compra Pública Precomercial (CPP). Más alejada del mercado, se trata de una contratación de servicios de I+D en la que el comprador público no se queda con los resultados de la innovación para su propio uso en exclusiva, sino que comparte con las empresas sus riesgos y beneficios, mecanismo necesario para fomentar desde la demanda el desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas que finalmente reviertan en la sociedad.

Más información
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