El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la cumbre virtual de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.

Mucho caso no parecen haberle hecho a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que a las diez de la mañana iniciaba la cumbre telemática de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea pidiendo a éstos avanzar hacia un acuerdo sobre el plan de recuperación económica. «No podemos permitirnos ningún retraso», insistía.

Tampoco ha tenido mucho éxito la advertencia del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, sobre que la «ambiciosa» propuesta de la Comisión Europea para el plan de recuperación es una «base mínima de partida» sobre la que todavía es posible añadir «algunas mejoras», así como que los eurodiputados no aceptarán «ningún paso atrás».

Ni el aviso de la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, que en su intervención en la cumbre reclamaba que «cuanto antes se acuerde este paquete de recuperación, mejor será para la economía de la Unión Europea», porque el impacto de la pandemia sobre el mercado laboral todavía no ha llegado a su peor punto y que este momento «todavía está por llegar», con una tasa de paro que podría alcanzar el 10% (7% en abril), afectando especialmente a la población joven.

Pero cuatro horas más tarde, los jefes de Estado y de Gobierno han concluido su reunión telemática sin progresos sustanciales sobre el diseño de ese plan de recuperación tras la pandemia.

Una nueva reunión a «mediados de julio» que, si es posible, será presencial en Bruselas, pretende escenificar un acuerdo que ahora mismo se vislumbra muy lejano.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, reconoce que, aunque hay un «consenso emergente», todavía hay «dificultades» en algunos puntos sobre los que deben trabajar. El exprimer ministro belga será el encargado de elaborar una nueva propuesta para el presupuesto de la UE para los próximos siete años y sobre el fondo de reconstrucción, a partir del plan diseñado por la Comisión Europea.