Audi mima con celo los preparativos de la nueva generación Q7, del que la foto sobre estas líneas avanza un primer y fidedigno esbozo. En apariencia, será algo más compacto, si bien su aspecto general se advierte más robusto, en parte por lo vertical de su nuevo frontal.

El nuevo Q7, punta de lanza de algún otro Q todavía por añadirse a la cartera de productos Audi (a día de hoy, estos SUV totalizan el 25% de la gama Audi, y se estima que hacia 2020 podrían representar más del 40%), contará con una inédita plataforma ideada para mecánicas longitudinales (con tracción total quattro y cambio automático y secuencial S tronic) que se hará extensiva a futuros modelos del fabricante de los aros. En el caso de este súper todocamino Premium asegurará un peso 360 kg inferior al actual, gracias a su sistema de construcción modular y a la aplicación de materiales más livianos.

Esto permitirá adaptarle motores incluso de cuatro cilindros, como el nuevo TDI 190 clean diesel recién instalado en el Audi Q5. Éste u otro propulsor similar se combinará con uno de naturaleza eléctrica en una variante híbrida y enchufable derivada del inminente A3 e-tron. Y, claro está, habrá refinados (y más eficientes que ahora) V6 y V8 de gasolina y gasóleo, en el último caso con exponentes como un 4.2 que elevará fuerza a 400 CV.

Nuevo sistema de suspensión neumática de gobierno electrónico, un elevadísimo compendio de seguridad que no se dejará por el camino dispositivos de última hornada como el detector de peatones en la trayectoria para evitar atropellos a baja velocidad, la frenada automática en atascos o un control de crucero que, en esos mismos embotellamientos, permitirá circular al nuevo Q7 por sí mismo sin intervención alguna del conductor (si así lo desea), o bien mecanismos de conexión a Internet independientes para cada ocupante (de nuevo serán 7, pero con mayor espaciosidad y calidad de vida a bordo) estarán al alcance del nuevo integrante de la familia Q de Audi.