Desde hoy ya se puede comprar uno de los smartphones más especiales del mercado, por su funcionalidad a través del stylus S Pen. Con este accesorio, la pantalla se convierte en una hoja en blanco, un lienzo, una pizarra o, como novedad, un tablero para prender recordatorios. Sí, en esta (esperada) versión –el incendiario Note 7 no llegó a venderse en las tiendas españolas– se pueden tomar notas incluso con la pantalla apagada y luego fijarlas con una chincheta virtual. Así ya no te olvidas de comprar ese ingrediente que necesitas para elaborar una receta, devolver un libro en la biblioteca o cualquier otra cosa que no quieras que se te olvide hacer.

Otra novedad en lo que se refiere al S Pen es que permite crear GIFs o mensajes animados y compartirlos al instante con unos toques en la pantalla. Este lápiz, además escribir o dibujar con diferentes lápices, bolígrafos y pinceles, facilita la traducción de palabras o frases con solo situar la punta sobre el contenido (es compatible con 71 idiomas). De la misma manera, convierte al instante unidades y monedas extranjeras.

Pero lo más novedoso es la incorporación de una cámara dual, tan de moda ahora en los dispositivos de gama alta. La del Note8 es la primera que cuenta con estabilizador óptico de imagen en las dos cámaras, una con una gran angular y la otra un zoom óptico de dos aumentos (2x). Ambas fotografían con una resolución de 12 megapíxeles, una con apertura de f/1.7 y otra de f/2.4. La cámara de los selfies es de 8 megapíxeles con autofocus. La cámara dual integra una función muy novedosa en un teléfono: el enfoque dinámico, es decir, que se puede enfocar el objeto principal de la foto y desenfocar el resto o viceversa (y este efecto se puede hacer durante la toma de la fotografía y también a posteriori).

En cuanto a diseño, hereda claramente el del Galaxy S8+. Es elegante y nada mazacote (162,5 x 74,8 x 8,6 mm) a pesar de sus 6,3 pulgadas. Eso sí, es igual de ancho pero ligeramente más alargado que el S8+, un pelín más grueso (6,8 mm de grosor) y con las esquinas no tan redondeadas para así tener todavía más superficie para escribir en la pantalla Quad HD+ Super AMOLED (resolución de 2960 x 1440 y una densidad de 521ppp). Esta amplitud permite dividir la pantalla, por ejemplo, para ver un vídeo en la mitad superior y consultar los wasaps en la parte inferior.

Por dentro, también ambos dispositivos son muy parecidos: coinciden en los 64 Gb de almacenamiento (ampliables hasta 256 Gb con tarjetas de memoria microSD) y el procesador octa core (2.3 GHz Quad + 1.7 GHz Quad), pero este cuenta con 6Gb de RAM en vez de 4 Gb. La batería es de 3.300 mAh.

Y, por supuesto, como el Note 7 y el S8, este nuevo smartphone de Samsung viene con acceso mediante el reconocimiento del iris, que se añade al lector de huella dactilar como medida de seguridad ante dedos y miradas ajenas. También es resistente al agua (permite escribir incluso con la pantalla mojada) y funciona como un monitor de cardiaco. Tres extras más que hereda del S8: carga rápida e inalámbrica y la posibilidad de acoplarse al accesorio DeX, que permite utilizar el teléfono como si fuera un PC.

Por ese “valor añadido” del S Pen, el precio del Galaxy Note8 se eleva hasta los 1.010 euros.