Los miembros que formen parte del «club», como se auto denomina la compañía, tendrán a su disposición una flota de vehículos compuesta por bicicletas eléctricas (Legend Ebike Milano), motos (Vespa Elettrica) y coches (Smart EQ fortwo y Smart EQ forfour eléctricos, Lexus CT 200h híbrido y Audi A1, Q2 y A3 Sportback de gasolina). La posibilidad de optar por coches con etiqueta ECO y Cero Emisiones, así como motocicletas y bicis eléctricas, facilitará la circulación por zonas restringidas, como en el caso de Madrid Central, eludiendo las trampas que Carmena se empeña en poner a los madrileños cada día.

En cada aparcamiento habrá un máximo de socios y no existirán limitaciones por tipo de vehículo, tiempo, uso o destino. De momento, la iniciativa arranca con el Club Callao, en el aparcamiento de la madrileña calle Tudescos, con un cupo de 250 socios. Pero está previsto que en 2019 se incluyan tres nuevos parkings madrileños (Santa Ana, Majadahonda y Juan Bravo), así como su expansión a otras tres ciudades: Guadalajara, Zaragoza y Palencia. Asimismo, la empresa baraja franquiciar el modelo y sumar nuevos clubes en Madrid capital y las localidades de Pozuelo de Alarcón, Alcalá de Henares y Alcobendas, además de en Barcelona, Sabadell, Valencia, Málaga y Valladolid.

Cada uno de los socios paga una cuota mensual de 30 euros, que incluye seguro todo riesgo, mantenimiento, revisión y limpieza tras el servicio. A esta cuota añade la tarificación por minuto de uso, que varía en función del vehículo. Por ejemplo, un Smart Fortwo se ofrece por 0,17 euros/minuto, con un gasto máximo diario de 51 euros, sin que exista limitación por tiempo o kilómetros.

A través de una aplicación, los usuarios pueden proceder a la reserva del vehículo y gestionar el servicio, controlar el gasto y conocer la flota disponible en cada momento. Sólo hay que indicar en la reserva la hora de comienzo y, una vez en el parking, introducir el código pin recibido en el móvil y abrir una taquilla para recoger la llave.