¿Qué secretos esconde el motor de un F1?

20/10/2023

diarioabierto.es. Seas más o menos aficionado a las carreras de monoplazas, serás consciente de un mundo de innumerables diferencias entre estos coches de carreras y esos utilitarios que usamos en las tareas diarias.

Diferencias no sólo en cuanto al diseño, sino especialmente en el motor, donde hasta aspectos como el tipo de pintura son altamente importantes. Los coches de Fórmula 1 están diseñados para correr, a diferencias de los coches de calle.

Aparte de esas diferencias visuales que todos apreciamos, existen un sinfín de elementos tecnológicos que dividen ambos mundos, aunque con el tiempo, esas innovaciones de los monoplazas acaban imponiéndose en los coches que usamos habitualmente. En esta ocasión, nos centraremos en dar unas breves pinceladas acerca de las diferencias que se encuentran en el motor, que viene a ser el alma de un coche de carreras.

Considerando que, excepto aquellos que se relacionan con el mundo del motor, la mayoría de nosotros no cuenta con conocimientos sobre este apartado de un coche. Todo se resume en el combustible, el cual, salvo el tipo de aditivos, suele ser muy similar en ambos coches.

Esas diferencias de aditivos residen en que los Fórmula 1 están preparados para correr y alcanzar hasta las 19.000 revoluciones. Obviamente, el consumo de un coche normal poco tiene de comparación con un monoplaza, donde suelen consumir unos 34 litros de media a los 100 kilómetros. Un elevado consumo consecuencia de esas altas velocidades que llevan a los aficionados a disfrutar de cada carrera como si fuera única, una pasión y afición que se puede comprobar a pie de pista con los monoplazas o en las casas de apuestas de F1 donde las modalidades de apuesta son diversas y especialmente aclamadas por el público.

Aerodinámica y tecnología

La aerodinámica siempre es importante en cualquier modelo de coche, pero mucho más en aquellos que vemos en los circuitos; no tanto en los vehículos de uso normal. En este sentido, no hablamos de diseño, sino también de la pintura que se utiliza. ¿Y esto en qué afecta al motor? Básicamente en restarle o agregarle peso al coche, con lo cual se exige más al motor. Hablamos de hasta 5 kilos, una cantidad insignificante excepto cuando hablamos de Fórmula 1.

La potencia y velocidad es otra de las grandes diferencias que existen en los motores. Como decíamos anteriormente, un monoplaza gira a más de 15.000 revoluciones con una producción de más de 1.000 caballos, cuando un coche normal se mueve en dígitos mucho más discretos. Esto es consecuencia de esa necesidad de correr, pero también de la tecnología que se emplea y que lleva a muchos pilotos a convertirse en los más aclamados dentro de la competencia.

Las piezas de un motor de un Fórmula 1 están en constante evolución, cuidado el más mínimo detalle mecánico y eléctrico. La sofisticación máxima en favor de ser los más veloces. Son motores personalizados, algo que no sucede en los motores de calle, fabricados en cadena. La ventaja está en que muchos motores de los coches que usamos adaptan innovaciones que se probaron en la Fórmula 1.

Costes elevados en un Fórmula 1

En consecuencia, el precio y coste de mantenimiento de los motores también es otra enorme diferencia. Los fabricantes de motores de un Fórmula 1 solicitan alrededor de 10 millones de euros por un motor. Hay diferencias, obviamente, entre las escuderías. El motivo está en esa producción personalizada y desarrollo de mejora continuada. Los motores de un utilitario cuestan mucho menos y paradójicamente duran muchos más kilómetros porque no están sometidos a esas exigencias de las carreras que mueven miles de millones de euros y atraen a miles de aficionados.

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