El 1 de julio se cumplen seis años de la implantación en España del permiso de conducir por puntos. El balance no puede ser más positivo, según la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE). “Este sistema ha supuesto un hito en la seguridad vial española, además de mejorar considerablemente los hábitos de los conductores y rebajar la tasa de mortalidad de nuestras carreteras”, señala, en la presentación de un informe, realizado en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid, sobre la “Opinión de los conductores sobre el sistema de recuperación de puntos”. El sector quiere conocer de primera mano la percepción que los asistentes a los cursos de recuperación total o parcial de puntos en el carnet de conducir tienen de éstos, su perfil y la influencia que han tenido en su actitud y comportamiento al volante. El dato más relevante es que crece el número de infractores que hace un curso de recuperación parcial de los puntos perdidos, frente a los que realizan uno total.

El perfil dominante entre los infractores que hacen un curso de sensibilización y reeducación vial es el de hombre (92%), de nacionalidad española, soltero y sin hijos, de entre 26 y 40 años, que asiste por primera vez, que ha perdido puntos pero no el carné de conducir, y que ha sido sancionado sobre todo por exceso de velocidad. Además, afirma que, tras realizar el curso, no sólo recupera puntos, sino que adoptará prácticas de conducción más seguras.

El grado de satisfacción de las personas que han hecho un curso para recuperar puntos o el carné de conducir es muy elevado. El profesorado merece una nota de 9,12 sobre 10, mejorando en seis décimas la valoración obtenida en 2010. También reciben una gran valoración los voluntarios de Aesleme, la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal, que lleva desde 1990 trabajando para la prevención de accidentes de tráfico: 8,83 sobre 10.

La inmensa mayoría de los participantes en los cursos de recuperación parcial o total de puntos y del carnet de conducir señala que, al finalizar éste, posee una mayor concienciación sobre la importancia de la seguridad vial, y piensa adoptar conductas de conducción más seguras y responsables. Además, opina que, si hubiera recibido esta formación antes, podría haber evitado la pérdida de puntos.

José Miguel Báez, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas, destaca que “el mejor indicativo de que el sistema funciona es que el 93% de los infractores que han hecho un curso de sensibilización y reeducación vial considere de mucha utilidad que el resto de la población pudiera conocer los temas tratados en los cursos”.

Conclusiones

El informe de la Cnae señala que se observa una tendencia al descenso en el porcentaje de asistentes que acuden a recuperar el permiso de conducir, frente a un incremento los que acuden para recuperar puntos.

La valoración obtenida por el profesor de formación vial y la víctima de accidente de tráfico crece, mientras que la del psicólogo disminuye ligeramente. También aumenta la valoración de la información recibida sobre cómo recuperar puntos por parte de la Dirección General de Tráfico y la Jefatura Provincial de Tráfico (5,02 sobre 10), aunque es mucho más baja que la recibida en los centros de recuperación de puntos (8,73).

La valoración general del curso presenta una ligera tendencia a la baja, en lo que se refiere al horario, los manuales entregados, el material que emplea el formador para impartir la clase, y el DVD para el alumno. No obstante, el cumplimiento del horario obtiene una nota de 8,96.

Disminuye el porcentaje de asistentes de edad comprendida entre los 18 años y los 25 años y entre los 56 años y los 65 años, frente al incremento de los asistentes de entre 41 y 55 años. Aumenta en dos puntos el porcentaje de mujeres, frente al de los hombres, aunque la diferencia por géneros sigue siendo abrumadora, ya que los varones acaparan el 92%.

El porcentaje de asistentes que no tiene estudios primarios desciende tres puntos. Y crece el de aquellos que cuentan con estudios primarios y superiores. Sube el porcentaje de asistentes que están solteros o sin pareja, y baja el de aquellos que no tienen hijos.

Baja el porcentaje de los que no son conductores profesionales, y de los que trabajan por cuenta ajena. Y sube el de asistentes que son autónomos.

También aumenta el porcentaje de los que han asistido a un curso por segunda vez. Y se observa una tendencia al aumento del porcentaje de asistentes que conducen toda la semana y los fines de semana. Disminuye el de aquellos que conducen sólo los días laborables.