Pude parecer que el mercado está saturado de SUV o todocaminos, pero aún hay sitio para propuestas, sobre todo de medidas más contenidas, entre otras cosas porque es el único tipo de vehículo que mantiene a los fabricantes con esperanzas de crecimiento. Parte de su éxito radica en una utilidad no lejana a la de un turismo con una imagen exterior más deportiva y diferenciadora.

Justo eso transmite el nuevo Citroën C4 Aircross (4,34 metros de longitud, 1,79 de anchura y 1,62 de altura): distinción. Se basa en el Mitsubishi ASX (y por tanto es casi el mismo coche que el Peugeot 4008), aunque exteriormente del nipón sólo toma las puertas, el parabrisas y el techo. El resto ha sido rediseñado bajo los parámetros de la marca francesa. El C4 Aircross ofrece una imagen sugerente, de frontal poderoso. Añade una silueta lateral compacta y caída hacia delante que aporta deportividad, y una zaga en línea con el resto de la familia compacta C4.

Bien hecho

Dentro, más de lo mismo. Rezuma elegancia hasta en las versiones básicas fruto de una elección de materiales vistosa y agradable al tacto. Los mandos se encuentran bien ordenados y a mano, y la postura más cómoda al volante se localiza con facilidad. Comparte con el Mitsubishi ASX la visión del camino, amplia gracias a la sobreelevación del vehículo y a la inclinación del parabrisas. En cuanto a espacio, es suficiente para una familia estándar. Si se opta por el techo solar panorámico la luminosidad es enorme. Además, ofrece huecos para dejar de todo, y el maletero es correcto, con 442 litros.

La oferta mecánica del C4 Aircross no es amplia, pero cumple. Hay un motor de gasolina aspirado 1.6i de 115 CV ligado a la tracción delantera, con caja manual de 5 velocidades y un gasto oficial medio de 5,9 l/100 km (21.600 euros). En diésel hay 2 motores turbo HDi de 115 (desde 23.800 euros) y 150 CV (a partir de 27.600 euros), a combinar con tracciones 4×2 ó 4×4.

Diario Abierto ha tenido oportunidad de completar bastantes km a los mandos del Citroën C4 Aircross por carreteras de montaña y autopistas. Por motor, nos ha gustado más el empuje del pequeño HDi con tracción delantera, pero no conviene desdeñar la seguridad de la opción 4×4 y los 150 CV del tope de gama diésel. El primero se contenta con 4,6 l/100 km; el segundo con 5,6.

Citroën combina los motores pequeños con 3 acabados: Attraction, Seduction y Exclusive, y el de 150 CV con los 2 últimos. Todos vienen con ABS con repartidor electrónico de frenada y ayuda a la frenada de urgencia, ESP+ASR con Hill Assist (asistente de arranque en cuesta), 7 airbags (incluido el de rodillas para el conductor), retrovisores exteriores eléctricos,  y aire acondicionado. El Seduction añade encendido automático de luces de cruce y de limpiaparabrisas, luces diurnas LED y antinieblas delanteros, climatizador automático, guantera refrigerada, conexión para el teléfono Bluetooth con USB y toma auxiliar de audio, regulador de velocidad y volante y pomo del cambio en cuero… Por último, el tope Exclusive agrega acceso y arranque manos libres, ayuda trasera y delantera al estacionamiento, faros de xenón, embellecedores cromados en los umbrales de las puertas y retrovisores con intermitentes integrados.