Advertir que los km pasan con el ordenador de a bordo marca por consumo 0,0 l/100 km era impensable hace unos años y, ahora, una realidad a la venta en España, en concreto desde primavera.

Se trata del nuevo Mitsubishi Outlander PHEV, el primer todocamino híbrido eléctrico enchufable de la historia con el que acabamos de recorrer bastantes km por tierras barcelonesas, por cierto, con muy positivas sensaciones.

De entrada, alrededor de los primeros 50 km el coche se mueve sin ningún consumo que no sea la electricidad acumulada en sus baterías sin renunciar a unas buenas prestaciones.

Así, es posible usarlo durante la semana para ir a trabajar con costes realmente asumibles valorando que, además, podremos recurrir al motor de gasolina en todo momento si nos quedamos sin carga en las baterías, por ejemplo en un viaje.

Como híbrido eléctrico enchufable, lleva 2 motores eléctricos: uno en el eje delantero y otro sobre el trasero, más un tercero de combustión de gasolina también delantero; todos dan algo más de 200 CV.

Con ellos el nuevo Outlander PHEV, gracias a una centralita «inteligente» que va cambiando la entrada en funcionamiento de los distintos motores (con preferencia a los eléctricos), es capaz de recorrer cerca de 800 km, los 100 primeros con un gasto que puede llegar a solo 1,9 l/100 km. Además, este PHEV, como el resto de la gama Outlander, dispone de tracción 4×4 permanente, fruto de la acción de unas y otras mecánicas.

En cuanto a la recarga de sus baterías, se realiza de 2 formas. La primera es en el enchufe de casa, del trabajo o en la calle, en uno de esos postes que poco a poco van proliferando. A todo ello, un botón en la consola activa una recarga mientras conducimos a base de un generador conectado al motor de gasolina que repone las baterías (aunque aumento en esos momentos el consumo de gasolina) en plena marcha.

Buenas sensaciones

Si algo llama la atención cuando se conduce un coche eléctrico es el silencio y el Outlander PHEV no es excepción. Su confort de marcha es sobresaliente y ni siquiera se percibe claramente cuando actúa el bloque de gasolina si no fuese por las pantallas del salpicadero.

Además, los asientos resultan bastante cómodos y sus mandos se encuentran fácilmente. Como no lleva caja de cambios, basta acelerar y frenar. Solo si queremos (y el sistema invita a ello) podemos jugar con unas levas tras el volante que, con 5 posiciones, permite reducciones y retención mecánica, con algo de freno motor.

Y como la única versión que se va a vender el nuevo Outlander PHEV de Mitsubishi es la terminación Kaiteki, tope de gama, su equipación de serie aporta casi todo lo imaginable.