El frontal del nuevo Toyota Yaris se basa en el desarrollo de los conceptos de diseño ‘Keen Look’ (imagen potente) y ‘Under Priority’ (prioridad inferior) de Toyota, potenciados por la estructura en forma de x, con la parte superior e inferior separadas. Se trata de un esquema muy parecido al visto en el nuevo urbanita de la marca, el Aygo.
Así, los faros incorporan lámparas con proyector para largas y cortas; el alumbrado diurno corre a cargo de la moderna tecnología LED.
En la zaga sobresale el nuevo diseño del paragolpes con difusor integrado. Los cambios en el exterior también afectan a la gama de llantas de aleación, de 15 y 16 pulgadas. A diferencia de la anterior generación Yaris, ahora todas las versiones comparten el mismo diseño general, y solo hay ligeras variaciones por variante, incluido en el híbrido Yaris hybrid.
Más prestancia
Dentro exhibe modificaciones incluso más importantes para ganar en placer de conducción y confort. De ahí la mejora en la calidad de materiales, con un tacto y una apariencia que escala posiciones. El nuevo Yaris ofrece además una amplia variedad de tapicerías, con nuevos diseños de tela y colores para cada versión.
El equipamiento también ha sido renovado y mejorado, con elementos como el sistema multimedia Toyota Touch 2, la cámara trasera de ayuda a maniobras, los retrovisores exteriores plegables automáticamente, control de crucero o climatizador bizona.
A todo ello, el bastidor ha sido optimizado para mejorar el tacto de conducción, el confort de la suspensión y el aislamiento acústico del habitáculo.
El nuevo Yaris está disponible en cuatro versiones: dos de gasolina (Yaris 70 y Yaris 100) , una turbodiésel (Yaris 90D) y una híbrida (Yaris hybrid). Esta última supone ya cerca de un tercio de las ventas de la gama, y ha sido mejorada para adaptarse a la norma anticontaminación Euro 6. Con varios ajustes, se ha rebajado aún más sus emisiones de CO2, de 79 a 75 g/km, homologando un consumo medio inferior a 3,3 l/100 km.
Los motores de gasolina 1.33 VVT-i (Yaris 100) y turbodiésel 1.4 D-4D (Yaris 90D) incorporan a su vez modificaciones para reducir ruido y vibraciones, mientras que el propulsor de gasolina 1.0 de 3 cilindros (Yaris 70) recibe una importante renovación para ganar rendimiento y disminuir emisiones.
El desarrollo del nuevo Yaris ha contado con una inversión de 85 millones de euros, 576.000 horas de I+D y el diseño de más de 1.000 componentes nuevos. Toyota Motor Europe (TME) ha contribuido a su creación en un 75%, frente al 25% de la variante 2011.
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