En España, el panorama actual revela que aproximadamente el 24% de los puntos de carga pública para vehículos eléctricos no se encuentran operativos, según datos proporcionados por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). Esta situación resalta obstáculos como la disponibilidad de energía en estaciones de carga rápida, especialmente en instalaciones de gran tamaño y corriente continua (CC).
Falta de infrastructura
La respuesta a esta problemática podría hallarse en el despliegue de puntos de carga de menor potencia en áreas urbanas y semiurbanas, estratégicamente ubicados en sitios donde los conductores estacionan sus vehículos durante períodos prolongados, como centros comerciales, zonas de ocio o espacios de estacionamiento en alquiler. Esta táctica se basa en reconocer que los usuarios no siempre necesitan cargas ultrarrápidas, sino una infraestructura que optimice la carga durante las horas en que dejan sus vehículos estacionados.
Henrik Bergman, director regional de Charge Amps en España, enfatiza: «El mercado de vehículos eléctricos en España está en constante crecimiento, pero el despliegue de puntos de carga debe acompañar esta tendencia». Advierte sobre la importancia de instalar cargadores en áreas donde los usuarios estacionan durante horas, subrayando que el desafío radica en maximizar el uso de la energía disponible, un recurso limitado.
Se señala que las soluciones de carga convencionales pueden desperdiciar hasta el 50% de la energía contratada, lo que podría convertirse en un obstáculo creciente si no se aprovecha de manera eficiente. Ante esta situación, Bergman propone la adopción de sistemas inteligentes que optimicen el uso de la energía, permitiendo el aprovechamiento del 100% de la energía disponible.
Cambio de modelo abastecedor
Estos sistemas inteligentes ofrecen una distribución eficiente de la energía, reduciendo así la necesidad de instalar más cargadores o aumentar la potencia contratada, lo cual resulta en un gasto adicional. La tecnología de carga automática e inteligente busca una distribución óptima de energía entre los vehículos eléctricos, maximizando la carga simultánea y evitando el desperdicio energético.
Henrik Bergman subraya la importancia de evitar el derroche energético, afirmando: «Un kilovatio hora no usado es un kilovatio hora perdido». En este sentido, destaca que los responsables de los aparcamientos deben priorizar la implementación de sistemas inteligentes para ofrecer un servicio eficiente que fomente la transición hacia vehículos de cero emisiones.
En resumen, la eficiencia en la infraestructura de carga para vehículos eléctricos se convierte en un factor clave para satisfacer la creciente demanda, apuntando hacia soluciones inteligentes que maximicen el uso de la energía disponible y faciliten la transición hacia una movilidad más sostenible y amigable con el medio ambiente.
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