El último ensayo de Audi vuelve a tomar la base del último A7 Sportback, una plataforma que últimamente parece de lo más versátil en la firma germana como punto de partida para nuevos desarrollos.

Suma dos motores eléctricos síncronos (uno por eje, por lo que actúa como un modelo de tracción total)que dan una potencia conjunta de 231 CV. No lleva caja de cambios.

Acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y registra 190 km/h limitados. Con su batería de iones de litio a plena carga puede recorrer 50 km. Recarga en cuatro horas en un enchufre doméstico y en dos si se trata de una trifásica.

Su alcance es muy superior cuando recurre a la pila de combustible cebada por hidrógeno (500 km entre repostajes), cuando transforma en electricidad para alimentar sus motores cinco kh de hidrógeno, según Audi equivalentes a 18,5 litros de gasolina. No emite más que vapor de agua.

La pila, formada por unas 300 celdas de polímero alimentadas por un turbocompresor y una bomba que recircula el hidrógeno, funciona a 80ºC, para lo que cuenta con un circuito de climatización independiente de los motores. El coche también se dota de un equipo eléctrico adicional para la climatización de su habitáculo.